En Kitakata, Fukushima, un oso de aproximadamente 90 centímetros sorprendió al propietario de una casa al instalarse cómodamente bajo un kotatsu, una mesa tradicional japonesa equipada con calefacción. El insólito incidente ocurrió al anochecer del lunes cuando el dueño, un hombre de unos 60 años, regresó de trabajar y encontró al plantígrado en su sala.
El hombre relató que ya había avistado al animal cerca de su hogar el día anterior, pero nunca imaginó que ingresaría. Tras refugiarse en casa de un vecino, avisó a las autoridades, quienes recomendaron evacuar la zona o asegurar las viviendas. Más tarde, se confirmó que el oso había entrado por la puerta trasera, la cual había quedado abierta.
A la mañana siguiente, un veterinario llegó al lugar y, con la ayuda de una cerbatana, logró sedar al oso. Posteriormente, el animal fue trasladado de forma segura a las montañas cercanas. Mientras esto ocurría, los vecinos observaban sorprendidos cómo el intruso había revuelto la comida dentro de la casa.
Este caso es parte de un aumento en los encuentros entre humanos y osos en Japón, algunos de los cuales han sido fatales. Según estadísticas, el último año fiscal registró seis muertes relacionadas con ataques de estos animales y más de 9 mil osos abatidos, un récord histórico. Por ello, el gobierno japonés planea flexibilizar las leyes de caza, permitiendo a las autoridades locales autorizar “disparos de emergencia”.
El funcionario Kazuhiro Tokaibayashi, de la División de Vida Ciudadana de Kitakata, comentó que en esta época los osos suelen buscar lugares cálidos para prepararse para la hibernación, lo que podría explicar el comportamiento del animal. Por su parte, el afectado prometió ser más precavido: “De ahora en adelante, me aseguraré de cerrar la puerta y evitar dejar cosas que puedan atraer a un oso”.