Le “llovieron” reclamos y hasta se enfrascó en una discusión con profe.
El Gobernador del Estado, Fernando Toranzo Fernández terminó enojado su gestión y su despedida fue agria en esta zona de la entidad, porque aunque fue invitado a inauguraciones de obras, en cada estación que hizo, fue objeto de reclamos y de petición de explicaciones.
En el ejido Rancho Nuevo, a unos 35 kilómetros de la cabecera municipal de Ciudad Valles, más de medio centenar de indígenas esperaron al Gobernador, con pancartas para quejarse de una serie de anomalías del Sistema Hidráulico Tének, desde el robo de material por el comisariado ejidal de Rancho Nuevo, para ejecutar el tanque elevado; la falta de agua, y las constantes fugas en el nuevo sistema.
Luego de la inauguración protocolaria, el Gobernador se dirigía hacia la reunión con los indígenas, cuando a su paso un profesor del Centro de Bachillerato Comunitario, identificado como Pablo Hernández Hernández, le recriminó el abandono que tienen los 98 planteles en el Estado desde hace 20 años.
Toranzo Fernández lo interrumpió y le pidió lo dejara hablar, argumentándole que no se había hecho algo porque no había presupuesto, comenzó el intercambio de palabras, y a subir los tonos de voz. El enrojecimiento del mandatario no sólo expresaba los más de 40 grados centígrados que se sentía en el ambiente, sino el cólera en el que estallaba; de inmediato su cuerpo de seguridad interviene e intenta alejarlo de la zona de conflicto.
Pablo Hernández (PH): Gobernador la educación debe ser lo más importante para San Luis Potosí, ¿otra vez vamos a pasar otros 20 años sin educación?
Fernando Toranzo (FT): No tengo dinero (se aleja)
PH (casi gritándole). Los bachilleratos comunitarios atienden a los más pobres. Gobernador es una farsa esta educación…
El mandatario se regresa casi de inmediato, y abriéndose paso entre su cuerpo de seguridad y los reporteros, encara al profesor:
-Ya te dije maestro no hay recurso, no es que no quiera.
PH. ¿Y qué hago?
FT. Pues seguir esperando
PH. O sea ¿nos encomendamos a Dios?
FT. Pues yo creo que sí.
Pasaban las 12:00 del mediodía, el cénit no daba tregua, había qué acostumbrarse, y así, lo esperaban más de un centenar de sindicalizados de la DAPAS, con Alejandro Ballesteros Corona al frente para reclamarle otras cosas.
Fuente: Pulso