La disputa interna en el PRI tuvo un giro inesperado luego de que la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolviera que Enrique Galindo Ceballos, alcalde de la capital potosina, debía recuperar su militancia en el partido.
El conflicto comenzó en diciembre de 2024, cuando la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI lo expulsó acusándolo de atentar contra la unidad del tricolor. Meses después, en febrero, el Tribunal Estatal Electoral ratificó esa decisión. Sin embargo, el edil llevó su caso a instancias federales, donde finalmente encontró respuesta favorable.
Los magistrados señalaron que Galindo nunca fue notificado correctamente del proceso en su contra. Esto, dijeron, violó sus derechos como militante y también sus garantías político-electorales, por lo que la dirigencia nacional del PRI perdió sustento legal en su intento por expulsarlo.
Aun así, el fallo no descarta que la dirigencia encabezada por Sara Rocha Medina pueda reiniciar el proceso de expulsión si ahora cumple con todos los requisitos que marca la ley.
Durante la misma sesión, la Sala Regional Monterrey también confirmó la presidencia estatal del PRI a favor de Sara Rocha, con lo que quedó despejada cualquier duda sobre la legitimidad de su nombramiento en la dirigencia.
La resolución en favor de Enrique Galindo lo mantiene con todos sus derechos partidistas en un momento clave para la política estatal y nacional, aunque el choque con la dirigencia priista sigue sin resolverse.
