Entre lágrimas, Toño Mauri recuerda su complicado contagio de covid; “sentía que me iba a morir”

El cantante y actor Toño Mauri vivió uno de los episodios más complicados de su vida luego de contagiarse de covid-19 en 2020, una etapa de la pandemia en la que se conocía menos que ahora sobre el virus, y la tasa de mortalidad era mucho mayor.

En entrevista con Yordi Rosado, el ex integrante de Fresas con crema recordó los complicados momentos en los que su vida estuvo en riesgo, y gracias a médicos y donadores de pulmones logró sobrevivir.

Según relata, sus hijos y esposa se contagiaron. Sin embargo, él parecía empeorar su salud en lugar de mejorar, como sí ocurría con el resto de su familia. Ante este escenario, decidió finalmente recurrir a una hospitalización y finalmente lo atendieron en terapia intensiva.

Durante la entrevista, recordó que su médico le explicó que para ése entonces todavía se estaba experimentando con diferentes fármacos, a modo de buscar cuál de ellos podría ser más efectivo para contrarrestar la enfermedad.

“Me empezaron a dar medicamentos para ver yo cómo reaccionaba, entre antibióticos y otras medicinas, me iban diciendo qué era y el doctor me iba diciendo ‘oye, vas bien, vas mejorando’, empezó a subir mi oxigenación… yo de todos modos seguía con el problema de no poder respirar pero yo, mi oxigenación mejoraba, me sentía mejor”, cuenta.

Al cabo de dos semanas, Mauri sentía que las cosas iban mejorando poco a poco y un día entró el médico diciendo que dio negativo a covid-19; sin embargo, había un problema con sus pulmones, secuela de la infección, por lo que tuvo que ser atendido por especialistas.

“Llegan los doctores y me dicen ‘Toño, no te puedes ir porque hay una lesión en los pulmones, importante'”, recuerda. “Mis pulmones estaban totalmente blancos… todo eso, es que está perdido, de tus pulmones, eso ya no se puede recuperar“.

Ante esto, no lo dieron de alta y lo sometieron a un procedimiento para intentar salvar sus pulmones. Ya no tenía covid, pero había quedado dañado de sus órganos y coincidía con su dificultad respiratoria.

“Fatal”, recuerda. “Llega una tarde que me empecé a sentir muy mal pero muy mal, pero ahí sí fue algo que yo dije ‘creo que estoy entrando a un proceso ahora sí ya, muy delicado’, ahí ya estaba consiente. No podía respirar, me sentía muy mal… yo sentía que me iba a morir, en ese momento”, relata. “Yo sabía que era la antesala de la ‘ida’… hasta aquí llegué“.

Mauri relata el difícil momento que vivió, pues sabía las posibles consecuencias y no había visto a su familia físicamente desde semanas atrás, cuando lo ingresaron. Entonces, antes de comenzar el proceso de intubación, grabó en su teléfono un mensaje para cada integrante de su familia, y pidió que se lo dieran a sus familiares en caso de morir, según recordó entre lágrimas, posteriormente, le indujeron un coma por cuatro meses.

Tras entrar en coma, los médicos le detectaron una hemorragia interna, por lo que lo tuvieron que operar en delicadas condiciones. “Carla tenía que estar consiente que yo no iba a aguantar una operación en mis condiciones y que desgraciadamente era cuestión de horas“, recuerda “para Carla fue un golpe muy fuerte”.

Tras ello, padeció dos hemorragias, una infección en el páncreas y otros episodios, de los cuales el cuerpo de Mauri continuaba respondiendo y su familia continuaba al pendiente por teléfono.

“No me acuerdo de nada, más que sueños pero sueños muy reales”, cuenta. “Estás en coma pero estás oyendo, reaccionas a lo que estás oyendo”, asegura.

Mauri asegura que le dijeron a su esposa que no tenía esperanzas, entonces insistió a los médicos para ver posibles soluciones, y el trasplante de pulmón era una, aunque poco viable por su condición de salud. Tras ello, Carla pidió que lo despertaran del coma “ya sabiendo que no había nada que hacer”.

En su desesperación, su esposa consiguió que un médico accediera a llevar a cabo el trasplante, con el gran riesgo que llevaba con la condicionante de comenzarse a fortalecerse, principalmente a poderse mover, de lo que se encargó su familia de sacarlo adelante para mejorar su condición física y lo pusieron en la lista de espera.

Cuando perdía la esperanza, llegaron unos pulmones, con los cuales no terminó por ser compatible, pero le dio paz de saber que llegarían. “A los dos días, llegaron mis pulmones, los que sí eran”. Tras el trasplante, todo salió bien y su familia festejó lo ocurrido, pues Mauri terminó por recuperarse.

Milenio

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