ENTRE LÍNEAS

Redacción.

El aburguesado SUTSGE y la doble cobertura médica

La dirigente vitalicia del SUTSGE, Bernardina Lara Argüelles, fue colocada en una encrucijada por su equipo de abogados al obtener un amparo para que la burocracia siga recibiendo el servicio de IMSS, en los hechos huele a derrota.

El efecto de fondo será que, con apego a derecho, se procederá a suspender el servicio médico privado que tenían de manera concurrente y como un privilegio indebido, y solo se queden con el IMSS, que siempre han menospreciado.

Es uno u otro, dicta la lógica, porque no se seguirá erogando una millonada de los impuestos de todas y todos los potosinos en continuar este servicio privado que otorgaron gobiernos débiles y derrochadores como parte del viejo pacto con el sindicato de “Nina” para encubrir las mutuas pillerías y abusos de poder.

El hecho de que la lideresa sindical exija el servicio del IMSS es un contrasentido, es del dominio público que los sindicalizados, en su mayoría, no acuden a este servicio público al considerar que no es acorde a su estatus alcanzado con los altos salarios y múltiples bonos que reciben por laborar solo cinco días a la semana una jornada laboral de ocho horas.

 Hay ejecutivos del sector privado que trabajan todo el día e incluso el sábado, están afiliados al IMSS como la mayoría de los mexicanos, pero ganan menos y producen más que estos burócratas.

El IMSS, en una actitud clasista, a los sindicalizados les resulta pésimo y dirigido para personas de un nivel social inferior al suyo; se entiende porque los sindicalizados viven en zonas residenciales o de clase media, traen autos último modelo, tienen a sus hijos en escuelas privadas y gozan de dos periodos vacacionales para viajar a las playas de moda y al extranjero; se dan una vida de burgueses gracias al erario estatal.

La opinión pública potosina se indigna y con justa razón al saber que los sindicalizados del gobierno cuentan con dos servicios médicos, algo insólito y aberrante a la vez, y que comiencen a manifestarse con el pretexto de que se violan sus “conquistas sindicales”, las cuales son un eufemismo que trata legitimar oscuras componendas entre “Nina” y los pasados gobernadores. La ley establece que los trabajadores deben contar con un servicio médico, sin obligar a que sea con una empresa privada y menos que sea doble.

Es evidente que la burocracia potosina se ha aburguesado, comenzando por la propia “Nina” que es vecina del exgobernador Marcelo de los Santos, su nivel de vida y patrimonio acumulado es muy superior a sus ingresos oficiales; tiene su círculo de favoritos, a sus familiares con doble plaza y a esa red de delegados sindicales que le informan de todo lo que pasa al interior del gobierno, son los que tienen los sueldos más altos y tienen derecho a promover a familiares y amistades, porque tener una base sindical es tener el futuro asegurado, las cosas comienzan a cambiar, el gobernador Ricardo Gallardo ha roto esa secuencia de los gobiernos de la herencia maldita, de donde proviene el SUTSGE y similares.

Es injusto generalizar, hay muchos sindicalizados que sí cumplen con sus deberes y se les mantiene desde hace años en la misma categoría del tabulador a pesar de su esfuerzo y méritos, hay descontento contra “Nina” porque los excluye mientras a otros los favorece sin merecerlo, no olvidan que fue ella, junto con los sindicatos de las secciones 26 y 52 del SNTE y el entonces director de Pensiones, Oziel Yudiche Lara, los que autorizaron durante el torancismo transferir más de 30 millones de pesos a empresas fachadas para lavar dinero del “Chapo” Guzmán y que se perdieron. ¿De qué legalidad habla “Nina” cuando exige mantener los dos servicios médicos?

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp