¿Eres más ‘gato negro’ o ‘golden retriever’ en tu relación? Aquí te explicamos los roles

En redes sociales como TikTok surgen constantemente nuevos términos que describen situaciones y características de las relaciones, y uno de los más recientes es el de “gato negro”. Este concepto se ha hecho viral para ilustrar ciertos comportamientos dentro de una pareja, y aunque no todos lo entienden de inmediato, su significado es más sencillo de lo que parece.

El término “gato negro” se refiere a aquellos que presentan una personalidad reservada, independiente y algo misteriosa en una relación, siendo el opuesto del término “golden retriever”. En este contexto, el “golden retriever” simboliza a una persona extrovertida, cariñosa y energética, mientras que el “gato negro” es más tranquilo y enigmático.

Profesionales en salud mental explican que esta comparación no solo ayuda a entender las personalidades de los individuos, sino que también refleja cómo pueden complementarse en una relación. Según la teoría psicológica de la complementariedad, las cualidades de una persona pueden mejorar las de su pareja, creando un balance perfecto.

Esta teoría, que comenzó a popularizarse en TikTok, describe una dinámica donde una persona puede ser más introvertida y cautelosa (como un “gato negro”), mientras que la otra es juguetona y afectuosa (como un “golden retriever”). Esto no se limita solo a las relaciones amorosas, también se aplica en amistades, donde uno puede ser más extrovertido y el otro más reservado.

Si alguna vez te has preguntado si eres el “gato negro” de tu relación, algunos signos podrían incluir ser una persona introvertida, ser cautelosa con la confianza, mantener tus emociones solo para quienes han ganado tu confianza, ser silenciosa o percibida como misteriosa, o incluso intimidante por aquellos que no te conocen.

Es importante aclarar que no hay nada de malo en ser un “gato negro”. Según la psicóloga Liz Huggies, estas diferencias pueden ser vistas como el yin y el yang, donde los opuestos se complementan y se fortalecen mutuamente. Ninguna de las dos personalidades es negativa; al contrario, ambas tienen cualidades que pueden aprender una de la otra.

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