La lucha entre el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y el topoderoso René Bejarano por controlar la nueva dirección del PRD en la capital llegará a su final en dos semanas. ¿Quién ganará?
La elección del próximo dirigente del PRD en el Distrito Federal parece estar más cerca que nunca. Y es que los grupos de poder ahora sí se muestran dispuestos a renovar el cargo de presidente y secretario general del Sol Azteca.
Tras cuatro meses de receso, los perredistas retomaron los cabildeos entre tribus para entrar de lleno en la disputa de la dirigencia estatal del partido hegemónico de la ciudad.
Los candidatos a la presidencia siguen siendo los mismos: Enrique Vargas Anaya, el alfil de René Bejarano, y Raúl Flores, por el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera.
Los grupos prevén definir su dirigencia entre el sábado 27 de abril y el 4 de mayo de este año, y este fin de semana se reunirá la Comisión Política Nacional para formalizar la propuesta.
La definición de quién se quedará con el control del PRD-DF obedece más a una necesidad de gobernabilidad que a un acto de buena voluntad.
Y las diferencias entre el GDF y René Bejarano auguran que habrá un choque de trenes en el que uno de los dos saldrá seriamente lastimado.
Al jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, le urge tener un partido afín a sus políticas, alguien que legitime o abandere los proyectos que realizará durante los próximos seis años.
Por su parte, la corriente más poderosa de la capital del país (Izquierda Democrática Nacional) apostará todo por retener la dirigencia, hasta hoy, en manos de Manuel 0ropeza.
Se trata de la última carta que le queda a los bejaranistas para negociar espacios dentro del GDF, ya que el mandatario local les ha excluído de la administración pública.
Por esa razón, ambos grupos ya no pueden posponer más la sesión del Consejo Político Estatal y solo tienen de dos sopas: sacar una sola propuesta de consenso, donde estén incluidos puestos en el gobierno, o iniciar una guerra.
Las posiciones
En entrevista con Reporte Indigo, el candidato del GDF, Raúl Flores, asegura tener una mayoría simple, pero suficiente como para arrebatarle a IDN la presidencia del partido.
“Se ha creado una especie de creencia alrededor de los bejaranistas. Hacen pensar que su fuerza territorial es más grande que todos los grupos, pero cuando nos unimos terminamos por imponernos”.
De acuerdo con la estimación del también exjefe delegacional en Coyoacán, es importante que el partido se sume a los proyectos del nuevo mandatario local como sucede en todos los estados y en el ámbito nacional.
“Sería casi esquizofrénico tener un nuevo dirigente que se dedique a enfrentar al gobernante en turno, cuando este llegó gracias al apoyo del mismo partido. Eso no puede ser, debido a que representa la plataforma política del PRD”.
El martes pasado, el actual dirigente, Oropeza, exigió a Miguel Ángel Mancera no entrometerse en la elección interna, pues en declaraciones a la prensa local, pidió renovar la dirigencia.
“Me parece que Mancera está respetando la autonomía, solo está pidiendo tener claridad con quien se va a trabajar en la agenda de la ciudad durante este sexenio”, añadió Flores.
Entre los grupos que apoyan la candidatura de Raúl Flores destaca la corriente Nueva Izquierda (NI), Foro Nuevo Sol, UnyR, Vanguardia Ciudadana, Movimiento Entre Ciudadanos (MEC), ADN y la Red de Unidad Nacional de Izquierdas (Runi).
Bajo esa premisa, el bloque contempla tener más de 160 votos, de los casi 300 que se darán cita en los próximos días para ungir al nuevo presidente del partido del Sol Azteca.
“El tema es que Bejarano no tiene la mayoría, por lo cual está retrasando la elección. El Consejo Nacional se reunirá y ahí la mayoría acordará la fecha exacta de la elección, que ya es impostergable”.
La contra
De acuerdo con Enrique Vargas, el candidato de la corriente bejaranista, la elección ya no tiene marcha atrás. Los tiempos políticos así lo marcan y para eso cuenta con el respaldo suficiente.
“Lo que estamos evaluando no es una votación, en un primer término, sino construyendo un escenario de consenso para que quien llegue pueda incidir en la agenda de la ciudad”.
Pero advierte que esto conlleva poner en la mesa de discusión todos los medios de control que hay en la ciudad, incluyendo el Gobierno y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
“Somos la minoría más grande y una parte fundamental en el plano nacional.
“Por eso somos parte del gobierno y tenemos que actuar de manera conjunta en todas las decisiones”, expresa Vargas.
El discurso del también exjefe delegacional en Azcapotzalco apunta a la exclusión de la administración mancerista de las tribus en la estructura de gobierno.
Ha sido una constante amenaza de los bejaranistas quitar a Manuel Granados de la presidencia de la Comisión de Gobierno de la ALDF, en caso de que no les den espacios en el GDF.
Pero al gobierno poco le importa, ya que de facto, asumieron el control total de la asamblea y Manuel Granados se ha limitado a avalar la línea de trabajo de la corriente IDN.
Para Vargas Anaya, la tendencia es clara y anticipa un triunfo en caso de que no haya un acuerdo con el grupo afin al gobierno de la ciudad, ya que asegura contar con al menos 160 votos.
El tema de fondo es que a la corriente bejaranista se han sumado marcelistas y lopezobradoristas, que ven en Mancera un riesgo de perder las elecciones venideras frente al PRI.
Hace poco más de un mes, estos actores cuestionaron al nuevo inquilino del Antiguo Palacio del Ayuntamiento por su cercanía y apoyo al presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Mientras se define la fecha de la elección del PRD, Vargas insiste en que será respetuoso con todos los grupos de poder, ya que en caso de ganar no será un vocero del GDF, sino un contrapeso a favor de la ciudad.