Para quienes analizan el mundo criminal, las mentes de los narcotraficantes que llegan a cobrar cierta fama, siempre llegan a ser un enigma principalmente por la violencia con la actúan los cárteles desde la década pasada.
Uno de los narcotraficantes que despierta más curiosidad es precisamente Nemesio Osegura Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien además de no haber sido detenido en México, es realmente poco lo que se sabe de él gracias a su bajo perfil, a que existen pocas imágenes suyas que se han hecho públicas y a esa preferencia que tiene por moverse en la sierra entre los estados de Jalisco y Michoacán.
De lo poco que se sabe de su historia es que nació en Aguililla, Michoacán el 17 de julio de 1966. El 23 de marzo de 2018 corrieron versiones sobre su presunta muerte en la frontera del estado Nayarit con la región conocida como el “Triángulo Dorado” (Sinaloa, Durango y Chihuahua), en un enfrentamiento que sostuvieron Oseguera y sus escoltas contra el Ejército mexicano recibiendo disparos de un helicóptero artillado. Más tarde la información fue desmentida por la entonces Procuraduría General de la República (PGR).
A través de una técnica llamada “perfilación criminal”, un psicólogo que ha trabajo en el sistema de prisiones federales de México, descifró una parte de las emociones y mentalidad del fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La “perfilación criminal” es una herramienta para la investigación judicial. Le permite al analista conductual discernir las posibles características físicas de un agresor o delincuente, mediante el estudio de la escena del crimen y las conductas desplegadas por el sujeto. Su objetivo es es ayudar a la administración de justicia mediante el análisis apoyado en las ciencias forenses y las disciplinas afines a la criminalística, con el fin de orientar la investigación criminal y así determinar patrones de comportamiento que permitan estructurar la conducta de los responsables del delito.
Dos tipos de conducta que operan en su favor es que a diferencia de narcotraficantes como Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, no se le conocen amoríos con otras mujeres, sólo con su esposa Rosalinda González Valencia, lo que disminuye el riesgo de ser capturado. La segunda, que no consume drogas.
EL LIDERAZGO DEL MENCHO
El perfilador criminal que pidió omitir su nombre por un tema de seguridad, identificó como un primer rasgo en “El Mencho” un liderazgo de tipo populista en el que quiere infundir en la población esa idea de que “él es el que los va a salvar de la pobreza, que los va a cuidar de otros cárteles, que él va a acabar con la corrupción, quiere controlar, ejercer la justicia, pero pierde de vista que lo mismo con lo que promete acabar son los delitos que él mismo comete”.
En Oseguera Cervantes, continuó el perfilador, se pueden identificar rasgos psicópatas y psicopáticos que lo pueden llevar a ser antisocial, aislarse y en momentos entrar en un estado de paranoia al saberse perseguido.
“Quienes la han de pasar más mal son sus lugartenientes porque al saber que se ofrece tanto dinero por su cabeza desconfía de todos porque no sabe si la gente que lo conoce mejor es la que lo va a entregar”, señaló. Esa persecución alimenta al mismo tiempo su personalidad egocentrista “que es de tipo intelectual”.
LA MENTE DENTRO DEL NARCO
“Debe tener un coeficiente intelectual superior a la media, con gran capacidad de planeación, es alguien con mucha calma la mayor parte del tiempo, pero también con un aplanamiento afectivo. ¿A qué me refiero con aplanamiento afectivo? a que puede estar quitándole la piel a una persona que está todavía viva, oírla gritar y llorar y no sentir absolutamente nada, esto lo hace completamente inintimidable ante el reproche social y la persecución penal”.
Su egocentrismo también contribuye a su falta de temor, “tiene una nocividad muy alta y eso se refleja en el tipo de crímenes que comete la gente que trabaja con él. Esto también nos lleva a identificar una personalidad “heteroagresiva” que su violencia es hacia los demás”.
Nemesio Oseguera Cervantes es uno de los tres narcotraficantes más buscados por las autoridades estadounidenses junto con Rafael Caro Quintero e Ismael “El Mayo” Zambada. La Agencia Antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés) ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información que lleve a su captura. Las autoridades mexicanas ofrecen 30 millones de pesos.
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