La reciente escasez de huevos en Estados Unidos, exacerbada por un brote de gripe aviar que mató a más de 21 millones de gallinas ponedoras entre diciembre y enero, ha provocado que cada vez más personas en áreas urbanas de Houston y alrededores decidan criar gallinas en sus hogares.
Este fenómeno, que ya había comenzado a notarse desde la pandemia de COVID-19 en 2020, ha crecido en los últimos meses debido a que los precios de los huevos superan los 6 dólares por docena, lo que ha llevado a muchos a buscar una alternativa más accesible. Las tiendas de suministros para animales, como Wabash Feed & Garden, han experimentado un aumento considerable en la venta de pollos, con un ritmo tan alto que a veces resulta difícil mantener los estantes abastecidos.
“Vendimos 100 gallinas en solo unos días”, comentó John Berry, gerente de la tienda. A medida que las personas buscan soluciones ante los elevados precios, la cría de gallinas en patios traseros se ha vuelto cada vez más popular, aunque no está exenta de desafíos.
La escasez de huevos, según el Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA), es el resultado de la gripe aviar, que sigue afectando a las granjas en todo el país. La muerte masiva de gallinas ponedoras ha reducido la oferta de huevos, lo que ha incrementado aún más los precios.
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A pesar del auge en la cría de gallinas, expertos como Gregory Archer, de Texas A&M, advierten que este no siempre es un camino más económico. El costo de la alimentación de las aves ha aumentado, y también es necesario invertir en cercas y cuidados veterinarios.
Aunque la idea de tener gallinas puede parecer simple, Archer señala la importancia de la planificación. Los nuevos criadores deben considerar las razas de gallinas, el espacio disponible y las regulaciones locales, como las que existen en Houston, donde se permite tener gallinas siempre que estén confinadas.
A pesar de los retos, quienes eligen esta opción resaltan los beneficios de tener huevos frescos y la tranquilidad de contar con una fuente de alimentos más controlada. “Cuando la gente duda sobre el suministro de alimentos, tener su propio jardín o pollos les da una sensación de seguridad”, comentó Berry.
Esta tendencia refleja un deseo creciente de independencia alimentaria, mientras la escasez de huevos continúa afectando a los consumidores en todo el país.