El gobierno español ha solicitado que se publiquen de manera “íntegra y verificable” las actas de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio para considerar válidos los resultados de la reelección de Nicolás Maduro. Esta demanda surge un día después de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela confirmara la victoria de Maduro, calificando el fallo como “contundente”.
España, junto con Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos, ha manifestado que no reconocerá los resultados hasta que las actas sean publicadas con total transparencia. Las autoridades españolas han insistido en que la falta de acceso a los documentos impide validar el proceso electoral y han prometido continuar trabajando con sus socios europeos y latinoamericanos para garantizar la voluntad democrática del pueblo venezolano.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, apoyó la postura española, subrayando que la UE no reconocerá el resultado sin pruebas verificables. “Hasta que no veamos evidencia que respalde los resultados, no podemos aceptarlos”, declaró Borrell, mientras la UE busca una posición unificada sobre la situación en Venezuela.
La Corte Suprema de Venezuela, dirigida por Caryslia Rodríguez, ratificó el jueves la reelección de Maduro, quien calificó la decisión como “contundente”. La oposición, liderada por María Corina Machado, sostiene que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó las elecciones y ha acusado a la Corte de dictar una sentencia para favorecer al régimen de Maduro. González Urrutia ha pedido una auditoría internacional imparcial y ha criticado al Consejo Nacional Electoral (CNE) por no mostrar los resultados detallados.
El CNE había anunciado la reelección de Maduro sin proporcionar el escrutinio detallado, alegando un ataque cibernético, aunque el TSJ también validó esta afirmación. Hasta ahora, el sitio web del CNE sigue inactivo casi un mes después de la elección. La oposición afirma que ganó con un 67% de los votos y ha publicado copias de las actas que, según ellos, prueban su victoria, aunque el chavismo ha desmentido la autenticidad de estos documentos.