Mayra Chávez, de 35 años, fue sentenciada a casi 15 años de prisión por torturar a su hijastra de 10 años y abusar de otros tres niños en su hogar. La sentencia fue dictada por un jurado el mes pasado, condenando a Chávez por un delito grave de tortura, dos delitos graves de abuso y peligro infantil, así como un delito grave por causar grandes lesiones corporales.
La oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Orange —en la periferia de Los Ángeles— reveló detalles horripilantes del abuso que sufrió la niña de 10 años a manos de Mayra. La pequeña fue encontrada con el cuello roto, un hueso sobresaliendo de una llaga sin curar y moretones que cubrían su cuerpo de pies a cabeza.
Los testigos durante el juicio detallaron los métodos de tortura, incluyendo forzarla a arrodillarse sobre arroz o latas de hojalata con las manos y las piernas atadas. Además, la niña fue sumergida de cara en una bañera llena de hielo mientras estaba atada y le frotaban un chile habanero en los ojos.
“Esta tortura metódica y diabólica de niños se normalizó en este hogar hasta el punto de que estos niños pensaron que era su culpa estar siendo abusados”, comentó el fiscal de distrito del condado de Orange, Todd Spitzer. “El sistema le falló a esta niña. El sistema les falló a sus hermanos. Llegaremos al fondo de cómo ocurrió esto y qué se puede hacer para evitar que otro niño sufra el mismo destino que estos niños sufrieron a manos de las mismas personas que se suponía debían protegerlos”.
Durante la audiencia de sentencia, la valiente niña leyó una declaración escrita a mano, expresando su impacto como víctima. Frente a una sala llena de amigos y familiares, la niña, vestida con su color favorito, el morado, miró a su abusadora y le dijo: “Espero que mueras”. Además del abuso a la niña de 10 años, Mayra también fue condenada por abusar de otra hijastra y de dos de sus propios hijos. Un jurado la encontró culpable de agresión contra su hijo de 17 años.
El padre de la niña, Domingo Junior Flores, también enfrenta cargos relacionados con este caso. En agosto de 2022, llevó a la niña al hospital cuando ella no respondía. En ese momento, afirmó que la niña, que pesaba solo 22.6 kilos (50 libras), se había lastimado al caer por las escaleras. Flores está a la espera de juicio por un delito grave de tortura, dos delitos graves de abuso y peligro infantil, un delito menor de abuso y peligro infantil y un delito grave por causar grandes lesiones corporales.
La madre de la niña expresó el contraste entre la vida actual de su hija y las terribles circunstancias que enfrentaba antes: “Dormimos en camas suaves con mantas mullidas rodeadas de más almohadas de las que podemos contar. Tomamos baños calientes, no baños llenos de hielo. Lanzamos bombas de baño. Helamos pastelitos y tenemos noches de cine. Jugamos en nuestro patio trasero cuando queremos y nos sentamos al calor del sol. Estamos recuperando el tiempo perdido. No solo sobrevivieron; triunfaron”.
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