El gobierno de Venezuela reaccionó de inmediato al anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al calificarlo como una “amenaza grotesca” y acusarlo de violar el derecho internacional, el libre comercio y la libre navegación marítima. A través de un comunicado, Caracas rechazó el bloqueo anunciado contra embarcaciones petroleras y aseguró que se trata de un intento por apoderarse de sus recursos naturales.
Horas antes, Trump había informado que su administración designó al gobierno encabezado por Nicolás Maduro como una “organización terrorista extranjera”, argumento con el que justificó nuevas acciones militares y económicas contra el país sudamericano. El mandatario estadounidense afirmó que esta decisión responde, entre otras razones, a supuestos vínculos con terrorismo, narcotráfico y trata de personas.
Como parte de estas medidas, el presidente ordenó impedir la entrada y salida de todos los buques petroleros sancionados que tengan como destino o punto de partida Venezuela. En mensajes difundidos en su red social Truth Social, aseguró que Estados Unidos mantiene desplegada en el Caribe “la fuerza armada más grande de la historia” y advirtió que esta presencia militar seguirá aumentando.
Actualmente, fuerzas estadounidenses mantienen aviones de combate, aeronaves de vigilancia, helicópteros antisubmarinos, destructores y un submarino nuclear en zonas cercanas a Venezuela. Aunque no se ha precisado el mecanismo exacto para aplicar el bloqueo, se prevé que la Guardia Costera y la Marina participen en la supervisión e intercepción de embarcaciones.
El anuncio ocurre después de que Estados Unidos decomisara recientemente un buque cisterna frente a las costas venezolanas, al que vinculó con una red ilegal de transporte de crudo. La Casa Blanca sostiene que estas operaciones financian a organizaciones consideradas terroristas, mientras que Venezuela denunció el hecho ante el Consejo de Seguridad de la ONU como un acto de robo.
Además del bloqueo, Washington impuso nuevas sanciones a empresas de transporte de petróleo y a varios buques, sumándose a una larga lista de más de 200 compañías sancionadas, entre ellas PDVSA. Estas restricciones han obligado a Venezuela a recurrir a embarcaciones no identificadas para exportar su crudo a precios inferiores al mercado, aunque algunas compañías autorizadas, como Chevron, continúan operando.
En respuesta, el presidente Nicolás Maduro declaró que su país defenderá su soberanía y acusó a Estados Unidos de intentar colonizar Venezuela para controlar sus recursos energéticos. Afirmó que el pueblo venezolano mantiene el compromiso de preservar la paz frente a lo que considera una escalada de presión y agresión extranjera.