La reciente decisión de Estados Unidos de ceder el control de las inspecciones de aguacates mexicanos al gobierno de México ha generado una fuerte reacción entre los agricultores de California. Hasta ahora, inspectores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) habían sido responsables de verificar que los aguacates importados desde México no contengan plagas ni enfermedades. Este sistema de control, vigente desde 1997, ha sido clave para proteger la industria de aguacates en Estados Unidos.
Sin embargo, la creciente violencia y amenazas dirigidas a los inspectores estadounidenses en México, a menudo por negarse a aprobar cargamentos sospechosos, han llevado a la suspensión temporal de estas inspecciones en ocasiones pasadas. Ante este panorama, los agricultores de California han expresado dudas sobre si los inspectores mexicanos podrán enfrentar mejor esas presiones y garantizar la misma rigurosidad.
“La reversión de este proceso pone en riesgo nuestra industria, ya que podrían ingresar plagas que devastarían los cultivos de aguacates en California”, advirtió la Comisión de Aguacates de California en una carta enviada al secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack.
Actualmente, los inspectores estadounidenses trabajan bajo el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS, por sus siglas en inglés), y los agricultores temen que el cambio pueda comprometer la calidad y seguridad de los aguacates que ingresan al país.