El Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con varios estados, planea presentar una demanda antimonopolio contra Live Nation Entertainment, propietaria de Ticketmaster. Esta acción legal surge tras años de investigación sobre las prácticas comerciales de la empresa, acusada de abusar de su posición dominante en el mercado de venta de boletos. La demanda podría implicar desinversiones en la compañía o cambios significativos en su modelo de negocio.
La controversia se intensificó después de un incidente relacionado con la venta de boletos para el “Eras Tour”, lo que llevó a que se cuestionara la competencia en la industria y se recibieran quejas sobre mal servicio al cliente, precios confusos y restricciones en la reventa de boletos.
Legisladores también han interrogado a ejecutivos de Live Nation, señalando la preocupación sobre la posición dominante de la empresa en la industria. Artistas como Zach Bryan han expresado su descontento con Ticketmaster, llegando incluso a titular un álbum “All My Homies Hate Ticketmaster (Live at Red Rocks)”.
La investigación del Departamento de Justicia se centra en si Live Nation posee un monopolio en el sector de la venta de boletos. Durante una audiencia en el Senado, artistas testificaron sobre el control que la empresa ejerce sobre ellos, destacando los desafíos financieros que enfrentan debido a las tarifas y prácticas de la empresa.
Las quejas sobre Ticketmaster no son nuevas; en 1994, la banda Pearl Jam denunció a la compañía ante el Congreso por sus contratos exclusivos con locales de música, lo que limitaba las opciones para artistas y fans al comprar y vender boletos. A pesar de los esfuerzos, la banda perdió su batalla judicial contra la empresa.
Esta demanda antimonopolio podría tener un impacto significativo en la industria de entretenimiento en vivo y en las prácticas comerciales de Ticketmaster.