
El director del Interapas, Jorge Enrique Torres López, estimó que en la zona metropolitana existen unos 500 pozos de extracción de agua clandestinos, de los que dijo desconocer si tenían o no arsénico en exceso. El funcionario descartó que alguna de las extracciones del organismo tuviera presencia excesiva del contaminante.
En entrevista, el funcionario indicó que estimaba que en la zona metropolitana de la capital y de Soledad habría unos mil pozos explotando el acuífero, de los cuales, unos 140 en operación y entre 10 y 15 mantenidos en reserva, eran administrados por el Interapas.
Éstos formarían parte de entre 500 y 600 pozos reconocidos oficialmente, estimó Torres López.
Es decir, que los pozos de Interapas no son ni la cuarta parte de este conjunto.
«Además, yo calculo que hay otros 500 clandestinos, por mi experiencia en otras ciudades, entonces estaríamos hablando de más o menos 1000 pozos en la zona y de los cuales yo no sé cuáles tengan arsénico».
Pero enfatizó que ninguno de los pozos del organismo operador de la zona metropolitana presenta concentraciones excesivas de arsénico, y admitió que en al menos dos ocasiones recientes se ha usado agua de pozos con exceso de flúor a causa de las fallas en El Realito, pero indicó que se ha advertido a la población para que no la use para beber. En entrevista, el funcionario se refirió a los resultados del estudio «Veneno en mi agua», dado a conocer por las organizaciones DataCrítica y Quinto elemento Lab, que reveló que de los 40 pozos en la entidad en los que se encontró exceso de flúor y arsénico, siete estaban en la capital.
El documento no atribuye al Interapas el manejo de alguno de estos pozos, pero Torres López indicó que «ningún pozo en operación ni en ningún pozo en reserva tiene arsénico por encima
de la norma».
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