EU declara a pandillas haitianas como grupo terrorista y advierte consecuencias

Estados Unidos ha dado un paso firme al declarar oficialmente como grupo terrorista extranjero a una de las principales coaliciones de pandillas que operan en Haití. La medida, que busca frenar la violencia que ha golpeado al país caribeño, podría complicar aún más la ya grave crisis humanitaria que atraviesa la población.

La organización criminal designada es la coalición Viv Ansanm —que en creole significa “Viviendo Juntos”—, la cual controla alrededor del 85% de Puerto Príncipe, la capital haitiana. Además, se sumó a la lista la banda Gran Grif, considerada la más poderosa en la región de Artibonite.

“La impunidad se acabó para quienes están detrás de la violencia en Haití”, declaró el secretario de Estado de EU. Las autoridades norteamericanas también advirtieron que cualquier persona, incluso ciudadanos estadounidenses, que mantenga relaciones o negocios con estas pandillas podría enfrentarse a sanciones.

Sin embargo, organizaciones humanitarias temen que esta medida afecte su labor, ya que muchas veces tienen que negociar con estos grupos para poder ingresar a comunidades y entregar alimentos o medicamentos. “Esto podría afectar directamente la ayuda humanitaria, lo único que está evitando que miles mueran de hambre”, explicó un experto de la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado.

Y es que el país se encuentra en una situación crítica. Más de la mitad de los 12 millones de haitianos viven en condiciones de hambre extrema, y más de 8 mil personas que están refugiadas corren el riesgo de morir por desnutrición en los próximos meses.

La violencia no ha dado tregua. Solo en los primeros tres meses del año, más de mil 600 personas han muerto y más de medio millón han sido desplazadas. Las pandillas, que también controlan rutas clave, el puerto más importante y zonas cercanas a depósitos de combustible, han generado un ambiente que, según analistas, podría actuar como un “embargo de facto” para el comercio.

Viv Ansanm surgió en septiembre de 2023 tras la unión de grupos rivales como el G-9 y el G-Pèp. En febrero de 2024, la coalición relanzó su ofensiva, liberando a más de 4 mil presos y provocando el cierre del principal aeropuerto del país. Estos actos contribuyeron a que el entonces primer ministro Ariel Henry no pudiera regresar al país y terminara renunciando en abril.

La situación en Haití sigue siendo alarmante, y aunque esta decisión de Estados Unidos busca presionar a los grupos criminales, también plantea nuevos retos para la población civil y la comunidad internacional.

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