La cada vez más profunda cooperación entre China y Rusia amenaza con anular décadas de estabilidad internacional en el control de armas nucleares, según un alto asesor del presidente estadounidense, Joe Biden.
Para evitar errores de cálculo, los estados con armas nucleares deben abordar las amenazas existentes y potenciales, desde las ambiciones atómicas de Irán hasta el uso de inteligencia artificial para la toma de decisiones durante una crisis, dijo en una entrevista, Pranay Vaddi, director sénior de control de armas del Consejo de Seguridad Nacional.
“Estamos entrando en un período diferente”, dijo Vaddi tras una serie de conversaciones en el Organismo Internacional de Energía Atómica. “Requiere un poco de experimentación”.
Las evaluaciones de que China está expandiendo su arsenal nuclear, junto con la invasión de Ucrania por parte de Rusia y su rechazo de los acuerdos de control de armas, se suman a la preocupación por una era plagada de nuevos peligros.
¿Por qué preocupa la nueva era nuclear?
A diferencia de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética mantuvieron la paridad atómica y acordaron limitar ciertos tipos de armas, hoy en día más naciones están desarrollando las tecnologías y los materiales necesarios para las armas de destrucción masiva. Al mismo tiempo, los esfuerzos de Washington por mantener abiertas las líneas de comunicación con China, su mayor competidor emergente, se tambalean.
“Si nos remontamos a los primeros días de la relación entre Estados Unidos y la Unión Soviética en materia de control de armamentos, es evidente que se hacía hincapié en las medidas de reducción de riesgos, incluidas las medidas de comunicación en situaciones de crisis”, declaró Vaddi. “Esa no es una conversación en la que hayamos recibido interés por parte de Pekín”.
Eso también ha planteado preguntas sobre “cómo Rusia y China abordarían algo con Irán”, dijo, como volver al acuerdo de 2015 que limita el programa nuclear de la República Islámica a cambio de un alivio de las sanciones, o algo similar.
China y Rusia han profundizado en la cooperación nuclear sobre tecnologías clave para armamento, y ambos países están intensificando su relación con Irán. Delegaciones comerciales se han desplazado entre las capitales de los tres países, y sus armadas realizaron maniobras conjuntas en marzo. La República Islámica también está suministrando drones de combate para la invasión de Ucrania por el Kremlin.
“Eso obviamente tiene un impacto sobre cómo abordaríamos la diplomacia con Irán”, dijo Vaddi.
Sin embargo, hay áreas en las que Estados Unidos puede continuar interactuando con China y Rusia en temas de estabilidad nuclear, dijo, señalando la declaración de febrero de la Administración Biden sobre cómo se debe utilizar la inteligencia artificial en los conflictos militares.
“Los estados deben mantener el control humano y la participación en todas las acciones críticas para informar y ejecutar las decisiones soberanas relacionadas con el empleo de armas nucleares”, afirma el documento.
La Casa Blanca envió a Vaddi a Viena en un esfuerzo por impulsar las conversaciones del OIEA sobre seguridad nuclear, basadas en una nueva propuesta estadounidense para proteger el material radiactivo de los terroristas. El creciente interés mundial por una nueva generación de reactores pequeños significa que el número de emplazamientos nucleares que necesitan protección podría multiplicarse en los próximos años.
“Nuestra esperanza es que la aplicación proporcione dividendos en el futuro para la seguridad física”, dijo Vaddi.
El Financiero