Con la aprobación de la Ley de Protección y Conservación de Árboles Urbanos del Estado de San Luis Potosí, el Congreso del Estado pone un alto al deterioro ambiental ya que con este ordenamiento se evitará que se hagan podas inmoderadas y derribos injustificados.
Además que esta nueva ley limitará estas prácticas a quienes carecen de especificaciones técnicas ya que se realizan las podas en muchas ocasiones de manera clandestina, atribuibles al desconocimiento o negligencia, según lo establecieron integrantes de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Congreso del estado.
Señalaron la necesidad de crear dicho ordenamiento que estableciera los requisitos técnicos, las condiciones y requerimientos necesarios para ejecutar el manejo y tratamiento del arbolado urbano en el Estado, con normatividad de observancia obligatoria para, autoridades, empresas públicas y privadas, así como particulares, y para que se reconociera los diversos e importantes beneficios que éste, ejerce sobre la vida cotidiana de los habitantes.
El siguiente paso será hacer que se cumpla con las nuevas disposiciones que ofrecen certidumbre y protección de los árboles urbanos que por desconocimiento y muchas situaciones la autoridad o la gente no respeta a pesar de que contribuyen a un ambiente más sano.
El objetivo principal es la, conservación, mantenimiento, protección, restitución, y desarrollo de los árboles urbanos dentro del Estado de San Luis Potosí, a fin de lograr un equilibrio ecológico para el sano desarrollo de sus habitantes, logrando con ello dar cumplimiento a lo estipulado por las leyes federales de la materia.
Este nuevo ordenamiento contempla que la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), y la autoridad municipal conjuntamente formulen, impartan, y organicen con las instituciones especializadas, programas de capacitación para el correcto manejo y tratamiento del arbolado urbano.
Otro objetivo es impulsar una nueva fuente de empleo y autoempleo formal, a través del desarrollo de las capacidades y conocimientos propios de los habitantes, para acceder al mercado laboral, sin comprometer el patrimonio de las generaciones futuras.
Aunado a lo anterior se contempla una política de estímulos fiscales, en la deducibilidad de pagos a favor del Estado, por la atención que el particular o empresa realice en beneficio del arbolado urbano, promoviendo la optimización de la cultura para la conservación del ambiente y recursos naturales.
Fuente: Heraldo