Exgobernadores, expresidentes y militantes del PRI exigen la renuncia de Alito Moreno

MÉXICO, NACIONALES

En una declaración firmada por más de 250 militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), expresidentes, exgobernadores y otros miembros destacados han expresado su rechazo a la posible reelección de Alejandro Alito Moreno. Los firmantes consideran que la actual dirigencia ha cometido numerosos errores y exigen la separación de Alito del cargo, proponiendo en su lugar una presidencia interina que lidere la renovación del partido.

Las críticas hacia Moreno no son nuevas. En junio de 2022, una docena de expresidentes ya había pedido su renuncia tras los malos resultados electorales, y en esa ocasión, Alito prometió dejar el cargo en agosto de 2023. Sin embargo, posteriormente extendió su mandato por un año más. Ahora, la convocatoria a una asamblea nacional, prevista para el 7 de julio, ha aumentado la desconfianza y las suspicacias sobre un plan para que Alito se mantenga en el poder por otros cuatro años.

Entre los firmantes del pronunciamiento se encuentran figuras importantes como Dulce María Sauri, Enrique Ochoa, Pedro Joaquín Coldwell, José Antonio González, Francisco Labastida y Enrique de la Madrid. También apoyan la iniciativa exgobernadores como José Natividad González, José Reyes Baeza, Arturo Montiel y José Antonio González Curi, así como exdirigentes estatales y exintegrantes del Comité Ejecutivo Nacional.

El documento de los opositores destaca la grave crisis que enfrenta el partido y la necesidad de realizar transformaciones cruciales para mantener al PRI como una opción políticamente viable. Proponen que la presidencia interina esté integrada por un grupo de expresidentes y cuadros de prestigio que conduzcan de manera colegiada e incluyente los trabajos de la próxima asamblea. Además, sugieren reformas a los estatutos que refuercen el principio de “no reelección de la dirigencia”.

La urgencia de convocar a esta asamblea ha sido motivo de controversia. Fuentes del partido indican que la reunión fue acordada al día siguiente de la elección y anunciada el 7 de junio, generando más desconfianza entre los críticos de Alito. Los opositores creen que la falta de transparencia y el silencio de Alito sobre las reformas a los documentos básicos del partido son indicativos de un plan para consolidar su control absoluto del PRI, incluyendo la designación de coordinadores del Congreso.

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