Fue inaugurada anoche en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco y consta de 33 objetos inéditos y 55 imágenes.
Fragmentos de un escudo en pintura mural de la época novohispana, una vasija Tláloc y un entierro, en el que figura una mujer de 19 años, que formó parte del complejo funerario novohispano localizado en el Gran Basamento, son algunas de las piezas que integran laexposición “Descubriendo la historia no escrita. 25 años de arqueología en Tlatelolco”.
Inaugurada anoche en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), en esta ciudad, lamuestra está compuesta por 33 piezas inéditas y 55 fotografías, que permiten identificar los procesos de exploración arqueológica y conservación, refirió María Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM.
“Queremos que el público no sólo se interese en la historia del pueblo mexica, también que se involucre y acerque al momento en que el arqueólogo hace el descubrimiento”, dijo Lucía Sánchez, directora del Museo de Tlatelolco.
Entre los elementos expuestos, los visitantes podrán conocer entierros de la época colonial y un escudo de la Caja de Agua, que era una pila de agua potable utilizada en el Colegio de la Santa Cruz durante la colonia.
Dichos hallazgos se unirán a las más de 300 piezas que se encuentran ya en exhibición en el Museo de Tlatelolco, de acuerdo con el recinto.
“Es relevante destacar que no basta con exponer la piezas al público, hay que mostrar la importancia de estos testigos de la historia, por eso la muestra se acompaña de fotografías y cédulas explicativas”, abundó Sánchez.
La exposición es la segunda fase de la celebración del Proyecto Tlatelolco, que comenzó con la colocación de cédulas de edición especial y fotografías de gran formato en la zona arqueológica y en el Museo del Tecpan.
Entre las obras figuran fragmentos de un escudo en pintura mural de la época novohispana con el diseño de una flor de cuatro pétalos al centro, rodeada por ocho flores o vástagos entrelazados.
Dicha pintura se halló en la Caja de Agua del Imperial Colegio de la Santa Cruz, que fue localizada en 2002 en el antiguo Convento de Santiago. Se cree que la caja fue construida con el fin de nutrir de agua potable al antiguo colegio y su discurso gráfico está relacionado con la vida cotidiana de los habitantes de la cuenca de México.
Igualmente, destaca una vasija Tláloc, localizada durante la excavación de la ofrenda 6, perteneciente a la Etapa III de Templo Mayor de Tlatelolco. Se trata de una caja de ofrenda que presenta una serie de elementos ordenados que representan los distintos niveles de la cosmovisión mexica.
Resalta, además, un entierro, en el que se presenta una mujer de aproximadamente 19 años, que formó parte del complejo funerario novohispano localizado en el Gran Basamento o Templo I, conformado por más de 200 individuos. Junto con ellos se localizaron fragmentos de textiles y madera, así como elementos cristianos, entre ellos cruces y rosarios.
En la entrada principal del sitio se colocó una cédula con un mapa que señala las áreas exploradas. Entre los hallazgos destacan un complejo ceremonial conformado por 54 ofrendas y 41 entierros humanos en el Templo Ehécatl-Quetzalcóatl, así como un mural hallado en el Templo Calendárico, que representa a los dioses creadores del tiempo: Cipactónal y Oxomoco.
Los objetos recuperados por los arqueólogos, como los dos cráneos pertenecientes a una ofrenda encontrada en el centro productor de sal de San Miguel Nonoalco, ayudan a comprender mejor los actos ceremoniales y rituales religiosos, mencionó Sánchez.
La arqueóloga refirió que los cráneos son de un adulto y un niño, “al no encontrar los cuerpos es muy probable que correspondan a rituales de decapitación ofrendados en el lugar”, anotó.
“Descubriendo la historia no escrita: 25 años de arqueología” permanecerá en exhibición hasta el 13 de octubre próximo, día del aniversario del proyecto en el Museo de Tlatelolco del CCUT.
Con información de: http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/4097a31fc5d147cbed8253f06fcb6e74