Expertos advierten sobre la posibilidad del “Big One”: Mega terremoto que podría afectar a México y Estados Unidos

Especialistas en sismología han lanzado una advertencia sobre la eventualidad de un mega terremoto, conocido como el “Big One”, que podría desencadenarse en la Falla de San Andrés en California, Estados Unidos, y tener repercusiones devastadoras tanto en suelo estadounidense como mexicano debido a la proximidad geográfica entre ambas naciones.

Este hipotético evento telúrico, estimado en una magnitud superior a 8 en la escala de Richter, ha estado en el radar de los científicos durante décadas. Se prevé que el temblor podría prolongarse entre 3 a 5 minutos, lo que, sumado a su intensidad, podría resultar en daños catastróficos. Se estima que incluso podría generar un tsunami con una masa hasta dos veces mayor que el desencadenado en Chile en 2010, dejando a su paso miles de estructuras destruidas y un elevado número de víctimas mortales.

Aunque el “Big One” ha sido tema de estudio y preocupación para los expertos, no es posible determinar una fecha exacta para su ocurrencia. Sin embargo, se sabe que será una de las peores catástrofes naturales en la historia reciente. El último gran terremoto registrado en la Falla de San Andrés tuvo lugar en 1906.

El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ha señalado que existe una probabilidad del 31% de que un terremoto de magnitud 7.5 o mayor afecte a Los Ángeles en los próximos 30 años, lo que subraya la importancia de la preparación ante este tipo de eventualidades.

Tanto en Estados Unidos como en México, las autoridades de Protección Civil han instado a la población a tomar medidas preventivas y estar preparados ante la eventualidad de un sismo. Entre las recomendaciones se incluyen la revisión y el mantenimiento adecuado de las estructuras de los edificios, así como seguir protocolos de seguridad establecidos en caso de emergencia, como resguardarse en zonas seguras y evitar el pánico.

El “Big One” es una llamada de atención sobre la necesidad de estar preparados para enfrentar los desafíos que plantea la actividad sísmica en una región tan propensa a los terremotos como lo es California y sus alrededores.

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