Una impactante explosión iluminó el cielo de Matamoros, Tamaulipas, durante la noche del miércoles, luego de que un cohete de la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk, estallara durante una prueba en Texas.
La nave, identificada como Starship 36, sufrió una falla técnica mientras se realizaban ensayos en la base conocida como Starbase, ubicada en Brownsville. La fuerza de la explosión fue tal que pudo verse claramente desde varios puntos de la frontera mexicana.
Según el comunicado oficial de la compañía, la explosión ocurrió alrededor de las 11:00 de la noche del 18 de junio, durante preparativos para su décimo vuelo de prueba. A pesar de lo espectacular del evento, no se registraron heridos, ya que el personal fue evacuado a tiempo y se mantuvieron los protocolos de seguridad.
SpaceX informó que trabaja junto a las autoridades locales para asegurar la zona de pruebas y garantizar la seguridad de las áreas cercanas. También pidió a la población no acercarse al sitio mientras se realizan las revisiones correspondientes.
En ambos lados de la frontera, residentes reportaron haber sentido la onda expansiva. Algunos edificios cercanos presentaron daños en sus ventanales, pero no hubo reportes de víctimas ni daños mayores, más allá del susto que provocó ver una enorme bola de fuego en el cielo.
