Un cohete Starship de SpaceX, la compañía aeroespacial propiedad de Elon Musk, explotó en el espacio apenas minutos después de despegar desde las instalaciones de la empresa en el sur de Texas. Este incidente provocó alteraciones en el tráfico aéreo sobre el golfo de México, obligando a varios vuelos comerciales a desviar su ruta como medida de precaución ante la posible caída de escombros.
Incluso el aeropuerto internacional de Miami reportó retrasos en algunos vuelos, aunque las autoridades confirmaron que no hubo daños materiales ni personas afectadas.
Contacto perdido con la nave
El control de misión de SpaceX perdió comunicación con el Starship alrededor de ocho minutos después de su lanzamiento. El cohete transportaba una carga de prueba que consistía en satélites simulados y no llevaba tripulación.
Videos captados del incidente muestran bolas de luz naranja iluminando el cielo y dejando tras de sí largas estelas de humo.
Una misión clave en la carrera espacial
Este lanzamiento marcaba la séptima prueba de Starship desde 2023, como parte del ambicioso proyecto multimillonario de Musk para desarrollar un cohete capaz de transportar humanos y carga hacia Marte, además de desplegar satélites de gran tamaño en la órbita terrestre.
A pesar del revés, SpaceX sigue comprometido con sus esfuerzos en la exploración espacial y la innovación en vuelos comerciales y científicos.