David Bowie Is, el nombre de la muestra que hoy se presentó a los medios, desgrana los mil rostros del icónico músico británico, de 66 años, a través de 300 objetos que ilustran su creatividad, magnetismo y el prolongado affaire que ha mantenido con la moda, el arte y lo audiovisual. La exposición coincide con un momento de apogeo para Bowie. Tras una década de silencio musical, el artista se encuentra de plena actualidad por el inesperado lanzamiento el 11 de marzo de un nuevo álbum, The Next Day, que alcanzó en su primera semana el número uno de ventas y ha sido comparado con trabajos de culto comoLodger (1979) o Scary Monsters (1980). “Hay muchísimos David Bowies. Uno para cada uno de nosotros”, apuntó hoy Victoria Broackes, una de las comisarias de la exhibición, en estado de shock ante la “abrumadora demanda de entradas anticipadas” para la muestra -50 mil vendidas hasta la fecha-, todo un récord en la historia del museo. Aderezada con música de Bowie, la exposición envuelve al espectador en los ciclos creativos del más claro referente del glam: invita a recordar al Bowie adolescente de 1963 que tocaba el saxo en el grupo The Kon-Rads, muestra letras manuscritas en papel amarillento de temas como Fame y exhibe decenas de fotografías del artista. Directo del clóset de Bowie Entre esos 300 objetos, propiedad del archivo de David Bowie y repartidos sin un orden cronológico, figuran unos 60 trajes que el músico lució en sus diferentes etapas. Así, puede verse el reconocible atuendo diseñado por Freddie Burretti en 1972 para la personificación de Ziggy Stardust, su extraterrestre bisexual de pinta andrógina reconvertido a estrella del rock, que permitió a Bowie aunar dos de sus obsesiones: la ciencia ficción y el teatro japonés kabuki. Convertido en un imán mediático y comercial e icono cultural, Bowie debe su estrellato al álbum The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spider From Mars (El Ascenso y Caída de Ziggy Stardust y las Arañas de Marte), que salió al mercado el 6 de junio de 1972. Ziggy Stardust fue tan solo una de sus múltiples personalidades que Bowie adoptaría a lo largo de su carrera. El V&A tampoco olvida la época de Aladdin Sane o el Duque Blanco al exhibir el espectacular body negro, creación del diseñador japonés Kansai Yamamoto, en el que se enfundó para la gira de Aladdin Sane en 1973. La inagotable reinvención que ha marcado la carrera de Bowie también queda ilustrada con el llamativo abrigo de la Union Jack que el artista diseñó junto con el malogrado Alexander McQueen para la portada del álbum Earthling (1997). Disección del camaleón En esta cuidada selección de objetos se refleja la gran afición de David Robert Jones (su nombre real) por las innovaciones en el arte, el teatro, la música, la tecnología y la cultural británica tras la II Guerra Mundial. También hay fotografías de artistas famosos como Brian Duffy, Terry O’Neill o Masayoshi Sukita y se hace un guiño a referencias culturales de Bowie extraídas del surrealismo, el teatro alemán brechtiano, el mimo del avant garde, los musicales del West End, el expresionismo germano o el kabuki japonés. El artista británico afincado en Nueva York sintió siempre una atracción magnética por lo audiovisual, que se recoge con fragmentos de algunas de sus actuaciones en directo, como The Man Who Fell To Earth (1976) o Saturday Live (1979) así como videos musicales como Boys Keep Swinging (1979) o Let’s Dance (1983). Desde que en 2006 Bowie anunciara que se tomaría un año sabático, su larga ausencia ha estado salpicada de rumores sobre su salud. Tan solo quebró ese mutismo musical con alguna colaboración puntual como su intervención sorpresa en el concierto del guitarrista y cantante David Gilmour (ex de Pink Floyd) en el Royal Albert Hall en 2006 o su participación en el álbum de canciones de Tom Waits publicado por la actriz Scarlett Johansson en 2008. Con información de: http://www.excelsior.com.mx/funcion/2013/03/20/889936]]>
Exponen los mil rostros de David Bowie
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