El levantamiento de una restricción sanitaria impuesta por el gobierno de los Estados Unidos a las importaciones de tomate mexicano impactaría positivamente en las ventas del producto potosino, que ya era el segundo estado proveedor para el vecino país.
El mes pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anuló las restricciones en la importación del tomate mexicano a causa del virus rugoso, una enfermedad de la planta, lo que podría generar un importante crecimiento para este año. La eliminación de estos filtros podría beneficiar directamente la industria del fruto en San Luis Potosí, ya que la entidad, aún con estas condiciones restrictivas, se perfiló en 2023 como la segunda potencia a nivel nacional en producción de tomate, exportando el 13% del producto adquirido por Estados Unidos.
A través de un comunicado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que después de cuatro años de alegatos técnicos con el USDA, el gobierno estadounidense levantó las restricciones relacionadas con el virus rugoso (ToBRFV) para la importación de tomate fresco mexicano. Según el reporte Foreign Agricultural Service del USDA, solo Sinaloa supera a San Luis Potosí en producción, registrando el 22% del total.
El mismo reporte prevé que la industria tomatera en México crezca un 2% más este año respecto a los resultados de 2023. Sin embargo, el USDA menciona que el año pasado se estimó una reducción del 8% respecto a lo previsto en 2022, debido a las condiciones que limitaron el acceso al recurso del agua, un problema persistente en San Luis Potosí.
En 2023, Estados Unidos acaparó el 99.8% de las exportaciones de tomate mexicano, con un total de 2 millones de toneladas métricas, cuyo valor alcanzó los 3.02 mil millones de dólares, consolidándose como el principal socio de México en este sector.