Como reconoció en diciembre del 2013 el arzobispo emérito de San Luis Potosí, Arturo Antonio Szymanski Ramírez, quien dijo que no dudada sobre el ingreso ilícito del crimen organizado a las arcas católicas, pues “cuando se andan recogiendo las limosnas no sabe uno quién las da”, ahora el vicario general del arzobispado potosino, Gerardo Vagliety Rivera admitió que la Iglesia podría ser “vulnerable” a la recepción de dichas dádivas.
El cura aseveró que la arquidiócesis no tiene detectadas regalías “fuertes o pequeñas” de los grupos delincuenciales “que yo sepa”. En entrevista, reconoció que la diócesis no cuenta con un protocolo para la detección de recursos financieros provenientes de grupos criminales, no obstante solo tienen registro de ingresos y egresos fiscalizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“Como todas las personas pueden ser vulnerables, pudiera ser vulnerable (la iglesia potosina) (…) uno no ve grandes cantidades. Si tú dijeras un donativo de tres millones ¿Dónde está ese amigo para conocerlo?, no hay”, dijo.
Enfatizó que si los párrocos conocen la procedencia de las aportaciones, consideró como obvio que los curas opten por “no meterse en esas situaciones, por lógica”, adujo.
Fuente: Pulso