A base de marrazos, tres ladrones pretendieron robar en un banco en la avenida Carranza, golpearon los vidrios de las ventanillas pero al ver que no cedían se retiraron corriendo sin lograr su propósito, hubo crisis nerviosa entre los clientes y una mujer tuvo que ser atendida al caer de su propia altura.
El hecho ocurrió cerca de las doce y media de este viernes en que tres maleantes ingresaron a la sucursal del banco Santander ubicada en la avenida Carranza, entre Juan de Oñate y Naranjos.
Los maleantes llegaron amenazando a los clientes y, al ver el peligro, los empleados del banco se encerraron en una oficina en donde llamaron a la policía.
Con un marro los ladrones intentaron romper los vidrios de las ventanillas, los cuales no cedieron a los golpes al ser blindados; como se tardaban sin lograr obtener un solo peso, decidieron salir corriendo a antes que llegara la policía.
Ante las amenazas, una mujer entró en pánico y al correr se cayó de su propia altura, siendo atendida más tarde pero por suerte no tenía golpes graves.
En pocos minutos llegaron elementos de la Guardia Civil Estatal, quienes una vez con la descripción de los sujetos se dedicaron a buscarlos por las calles aledañas sin lograr encontrarlos.
Uno de los ladrones usaba sombrero de palma y chaleco naranjas, así como playera de manga larga; el segundo traía sudadera negra con gris, gorra amarilla y pantalón de mezclilla, en tanto el tercero usaba sudadera gris, gorra, pantalón de mezclilla y traía una mochila donde pensaban echar el efectivo que robaran.
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