El 4 de noviembre, Quincy Jones, un ícono en la producción musical, falleció a los 91 años en su hogar de Los Ángeles, donde estaba rodeado de su familia. Su agente, Arnold Robinson, confirmó la noticia, aunque no se reveló la causa de su muerte.
Con más de siete décadas de trayectoria, Jones se convirtió en una de las figuras más influyentes en la industria musical. Su familia compartió un emotivo comunicado, diciendo: “Con el corazón lleno pero roto, compartimos la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”.
Reconocido por romper barreras entre géneros musicales, Quincy dejó un legado impresionante, que incluye más de 28 premios Grammy, además de una carrera que lo llevó a colaborar con artistas de renombre como Michael Jackson, Frank Sinatra y Ray Charles.
Nacido en Chicago en 1933, Jones tuvo una infancia complicada debido a problemas de salud mental en su familia. Desde joven, mostró interés en el mundo del jazz y, tras mudarse a Seattle, comenzó a tocar el piano en pequeños locales. Su talento para los arreglos musicales lo llevó a trabajar con grandes nombres en Nueva York, como Duke Ellington y Count Basie.
En el ámbito del pop, su trabajo con Michael Jackson fue monumental, produciendo álbumes icónicos como Thriller, que transformaron el género musical. Herbie Hancock, un destacado pianista y colaborador de Jones, describió su talento como la habilidad de “plasmar su genialidad en cualquier tipo de sonido”.
Quincy también hizo importantes aportes al mundo del entretenimiento, produciendo la famosa serie El Príncipe de Bel-Air, que catapultó a Will Smith a la fama. Su influencia se extendió a la carrera cinematográfica de Oprah Winfrey, a quien presentó a Steven Spielberg, quien la eligió para El Color Púrpura, un papel que le valió una nominación al Oscar.
Además de su carrera, Quincy Jones fue un defensor de causas sociales, organizando en 1985 la grabación de We Are the World, una canción benéfica destinada a combatir la hambruna en Etiopía. Su vida personal fue igualmente intensa, habiendo estado casado tres veces y tenido siete hijos. También enfrentó serios problemas de salud, como un aneurisma cerebral en 1974 y un coma diabético en 2015.
A pesar de los obstáculos, la contribución de Quincy Jones a la música y el entretenimiento lo estableció como una de las figuras más destacadas y condecoradas en el mundo del espectáculo. Su legado perdura no solo en su impresionante colección de premios, que incluye un Emmy, un Tony y un Oscar honorario, sino también en la influencia que dejó en la cultura musical contemporánea.