La presencia de Nicolás Hernández Delgadillo como abogado de cuatro exfuncionarios destituidos de la Dirección de Comercio de la alcaldía de la capital está siendo vista como un posible conflicto de intereses. Según Ramón Infante, padre de uno de los jóvenes fallecidos en el trágico accidente del 7 de junio en el bar Rich, este caso debería someterse a una revisión jurídica para evaluar su legalidad y asegurar un proceso justo para todas las partes implicadas.
El procedimiento administrativo fue iniciado por la Contraloría Interna del ayuntamiento contra los cuatro exfuncionarios, señalados por supuestas omisiones en la revisión de los permisos del bar involucrado en el accidente. Entre los nombres destacados en el procedimiento aparece el de Nicolás Hernández Delgadillo, hermano del entonces secretario del ayuntamiento y actual director de Interapas, Jorge Daniel Hernández Delgadillo. Ramón Infante señaló que esta relación familiar podría comprometer la imparcialidad del proceso debido al parentesco directo entre ambos hermanos, una situación que él considera preocupante.
En entrevista, Infante subrayó que la intervención de Nicolás Hernández en el caso coincidió con la época en la que su hermano aún formaba parte de la administración del ayuntamiento. Agregó que hasta la fecha no se han dado a conocer detalles adicionales que permitan esclarecer los intereses específicos en torno al caso, aunque resalta que la consanguinidad con el actual director de Interapas, que trabaja directamente con el ayuntamiento, levanta sospechas sobre un posible conflicto de intereses.
Ante la situación, el padre de la víctima enfatizó que este vínculo genera inquietudes sobre la integridad del proceso y la imparcialidad que las partes requieren para que sus casos se manejen de manera justa y con la seguridad jurídica necesaria. Según Infante, la transparencia es esencial para esclarecer los procedimientos legales y evitar cualquier influencia indebida que pudiera afectar el curso del caso.