Una estrategia común de publicidad entre empresas es pagar a las celebridades por tuitear. No es un secreto y es evidente cuando aparece un tuit ‘patrocinado’ en el timeline. Más allá del prestigio del personaje por vender su opinión en esta red social, no existe peor gazapo que cuando caen en un error para posteriormente borrar el tuit.
El caso más reciente fue el del tenista español David Ferrer, quien hablaba de las ventajas de un Samsung Galaxy S4 en un tuit… enviado desde un iPhone. Tras la lluvia de críticas y reprimendas de seguidores, el deportista borró el mensaje, aunque es poco probable que su desliz se olvide tan fácil.
Por su parte, la ganadora del Grammy, Alicia Keys, se sumó a las filas deBlackberry como directora creativa de la empresa en un momento en que buscan remontar ante la competencia con Apple y Samsung. La nueva y entusiasta directora de inmediato comenzó a promocionar la Blackberry Z10 desde un iPhone.
Minutos más tarde, Keys se excusó y le echó la culpa a ‘hackers’ en su cuenta deTwitter. Sin embargo, el tuit original, fue borrado. Aquí viene a colación el viejo dicho de que “el que nada debe, nada teme”.
Finalmente, la famosa presentadora estadounidense, Oprah Winfrey también fue un caso de tropiezos en Twitter al momento de promocionar el Surface de Microsoft desde un iPad.
Al parecer, el favorito de los famosos a la hora de tuitear son los dispositivos deApple, quien al final, fue quien recibió toda la publicidad sin desembolsar un sólo centavo.
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