FBI ofrece 80 mil dólares por mexicano acusado del tiroteo en Texas

Cinco personas de nacionalidad hondureña, incluido un niño de ocho años, murieron el viernes en un tiroteo en una vivienda en el condado de San Jacinto (Texas), a unos 90 kilómetros de Houston, informó este sábado la oficina del sheriff de ese condado texano.

El autor del tiroteo, de nacionalidad mexicana, se dio a la fuga y podría estar armado con un fusil de asalto AR-15, un arma usada en muchos de los tiroteos de los últimos años, dijo ese día el alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, en una rueda de prensa horas después del suceso.

Capers explicó que las víctimas recibieron disparos en el cuello y la cabeza, como si se tratara de una “ejecución”.

El sospechoso fue identificado como Francisco Oropeza, de 39 años, y se le imputaron cinco cargos de asesinato, indicó Capers al diario The Washington Post.

El sospechoso era conocido en el vecindario porque le gustaba disparar en el jardín de su casa con un fusil AR-15, dijo Capers en su comparecencia ante la prensa.

Según explicó Capers, el sospechoso irrumpió en la vivienda de sus vecinos después de que ellos le pidieran que dejara de disparar en el jardín con su fusil porque era muy tarde y un bebé estaba intentando dormir.

Hoy se informó que el FBI y otras agencias buscan a Francisco Oropeza, acusado de asesinar a cinco personas en San Jacinto, Texas. Aseguraron que el hombre tiene vínculos en el estado de Puebla y señalaron que se ofrece una recompensa de 80 mil dólares por información que lleve a su arresto. Por lo que pidieron contactar a la Embajada o consultado de EU, o llamar al 1 800 CALL FBI (desde EU).

Un juez migratorio expulsó a Francisco Oropesa Pérez-Torres por primera vez en marzo de 2009.

“En un momento y lugar desconocidos, Oropeza volvió a entrar ilegalmente en Estados Unidos, y fue detenido y expulsado varias veces más por el ICE Enforcement and Removal Operations en septiembre de 2009, enero de 2012 y julio de 2016″, dijo la fuente al medio estadounidense.

Se desconoce cuánto tiempo llevaba en Estados Unidos desde su última expulsión o su estatus migratorio actual. También tiene en su historial un tiempo en prisión, que pasó tras ser condenado por manejar intoxicado en el condado de Montgomery, en Texas.

El hombre no podía tener legalmente un arma al no estar autorizado para estar en el país. Aun así, poseía un rifle AR-15 con el que mató a sus vecinos el viernes pasado, después de que estos le reclamaron que dejara de hacer disparos al aire porque su bebé de un mes no podía dormir.

Informador

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