La Federación Mexicana de Natación (FMN) no proporcionó las medidas mínimas de seguridad a sus clavadistas en su Control Técnico de Primera Fuerza, el cual funge como el selectivo interno para elegir a los atletas que asistirán a los Juegos Panamericanos de Lima, los Mundiales de Natación de Gwangju y la Universiada Mundial de Nápoles.
El domingo, la clavadista Gabriela San Juan, quien aspiraba clasificar a la Universiada Mundial y los Panamericanos en trampolín 3 metros, sufrió una fractura en la nariz mientras entrenaba en el Centro Acuático Impulso, ubicado en León, donde se realiza el selectivo.
Sin embargo, en el momento de la fractura ningún representante de la FMN la ayudó para brindarle los primeros auxilios.
“No tenían paramédico, ni ambulancia, ni ninguna medida de seguridad. Un doctor de la asociación de Jalisco, que estaba en el evento, fue quien le dio los primeros auxilios y el que recomienda que la trasladen al hospital. Luego, en la camioneta de Jorge Carreón, su entrenador, es como la trasladan al hospital, donde la están atendiendo”, señala Gabriela Carmona, madre de la clavadista a EL UNIVERSAL Deportes.
La FMN realizó el selectivo a puerta cerrada, por lo que no permitió que los padres pudieran presenciar el evento. Carmona cuenta que por lo anterior no pudo estar con su hija en la competencia y, por lo tanto, en el momento de la fractura.
“Nadie de la Federación se ha acercado con nosotros hasta este momento. Nadie me ha preguntado cómo está, ni en qué nos puede ayudar. Pensamos en que podríamos interponer una queja o incluso una demanda ante la FMN por lo que pasó”, expone Carmona.
San Juan fue operada de la nariz el domingo por la noche en el hospital Aranda de la Parra, de la capital de Guanajuato. La noche del domingo la pasó en el cuarto de ese nosocomio y los médicos que la atendieron planean darla de alta hoy por la tarde.
Sin embargo, no podrá regresar al Estado de México, donde vive la clavadista, porque los doctores le prohibieron viajar porque podría sufrir hemorragias nasales y tanto ella como su madre tendrán que mantenerse en León, al menos hasta el viernes, que es el día en el que tienen la cita en el hospital para que los médicos revisen a la clavadista.
“No sé en dónde vamos a pasar esas noches y tampoco tengo idea de cuánto vamos a gastar en concepto de hospital y recuperación… Pero eso no es lo que realmente me preocupa, lo que es mi principal preocupación es que pudo pasar algo más grave, algo mortal, y los clavadistas no tienen las medidas básicas de seguridad. Es una tristeza lo que nos hace nuestra federación”, lamenta Carmona.
Fuente:Pulso