Mañana es 28 de septiembre Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, conocido también como el Día Internacional de la Lucha por la Despenalización del Aborto fecha que se originó durante el Quinto Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en 1990 y que desde entonces marca un momento político importante en la exigencia del reconocimiento del derecho a decidir de las mujeres.
En nuestro país esta lucha ha sido de largo aliento, como puede verificarse por la gran cantidad de artículos que se encuentran dentro de los archivos históricos feministas de la Universidad Nacional Autónoma de México que ha digitalizado publicaciones como Fem, La Revuelta, La Correa feminista, CIHUAT y La Boletina; quienes crecimos leyéndolas lo tenemos claro, la exigencia ha quedado plasmada desde hace más de ochenta años y desde entonces también se escribe.
Precisamente, en la Fem número 65 publicada en 1988 Gabriela Cano publicó “Memorias del olvido: la despenalización del aborto hace 50 años” artículo en el que recupera las labores feministas que desde 1936 llamaban a despenalizar el aborto como es el caso de lo escrito en aquel entonces por la Doctora Ofelia Domínguez Navarro para la revista Futuro, titulado “El aborto por causas económicas y sociales”
Allí, Cano encontró semejanzas entre lo analizado por Domínguez y el proyecto de la Ley de Maternidad Voluntaria de 1970 presentada ante la Cámara de Diputados por grupos feministas, circunstancias que siguen presentes en las motivaciones actuales para la legalización: los abortos que se producen en la clandestinidad se producen en circunstancias insalubres y peligrosas poniendo en riesgo la vida de las mujeres, mujeres que en su mayoría son de escasos recursos, por consiguiente siempre se ha tratado de un problema de salud pública sin resolver.
Pero además se trata de un problema que se oculta desde entonces debajo de los tipos penales de aborto en el país que castigan a las mujeres que interrumpen su embarazo, por eso Cano indica que la Dra. Ofelia junto con otras médicas como Esther Chapa, Esperanza Balmaceda y Matilde Rodríguez Cabo expusieron su propuesta para despenalizar el aborto durante la Convención de Unificación Penal de 1936.
Y es que poco puede decirse del éxito del aborto como política criminal, porque la “advertencia” de la sanción punitiva nunca ha funcionado para que deje de suceder, las mujeres abortan por distintas causas con tipo penal o sin él y algunas de sus versiones ya son arcaísmos, de allá cuando el derecho penal se construía para velar por el honor de los hombres. Ejemplo de ello era justamente el delito de Oaxaca, que daba en su artículo 315 una pena de prisión de 1 a 5 años para la madre que voluntariamente procure su aborto, pena disminuida de 6 meses a dos años siempre y cuando no tuviera “mala fama”, que hubiese logrado ocultar su embarazo y que éste fuera fruto de una unión ilegitima. Esto es, siempre y cuando sus actos estuvieren encaminados a proteger la reputación de un hombre casado. En esos términos medievales todavía se encuentran el Código Penal Federal, el de Puebla, el de Tamaulipas y el de Zacatecas.
De hecho estas disposiciones junto con las del resto de las entidades fueron observadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en las observaciones finales sobre el noveno informe periódico, allí las expertas señalan que dichas normativas siguen obligando a mujeres y niñas a someterse a abortos en condiciones de riesgo, que no son coherentes con lo establecido en el artículo 35 de la Ley General de Víctimas ni con la NOM 46 para las víctimas de violencia sexual.
Por consiguiente la reforma jurídica que se produjo en el legislativo de Oaxaca este 25 de septiembre para permitir la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas ha sido reconocida a nivel internacional por entes como la Organización de las Naciones Unidas, no es para menos luego de más de 80 años de lucha feminista, y 12 años después del cambio que hubo en Ciudad de México, la voluntad política que han demostrado los 24 diputados y diputadas que votaron a favor de los derechos de las mujeres y de su salud, eso es legislar y decidir con perspectiva de género. A más ver.
Claudia Almaguer
Twitter: @Almagzur
