Feminicidio de Tania, el calvario de Ignacia para condenar al asesino de su hija

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María Ruiz

Hace un año y tres meses, Ignacia de la Rosa se enfrentó al feminicidio de su hija Tania Oliva de la Rosa, de 25 años de edad, asesinada a manos de su esposo, Jorge N., en la comunidad de San Mateo, en el municipio de Cedral.

El asesinato de esta joven no solo le significó enfrentarse a un conjunto de deficiencias, tanto en respuesta judicial como jurídica, sino también a decenas de arbitrariedades que como víctima colateral de feminicidio no le han otorgado el apoyo y el asesoramiento necesario.

Fue en la madrugada del 17 de enero de 2021 que Ignacia de la Rosa se enteró que habían encontrado a Tania sin vida dentro de su domicilio.

Luego de esto, la Fiscalía General del Estado (FGE) se comunicó con ella para hacerle saber que su hija había sido víctima de muerte por lesiones producidas por disparos de arma de fuego mientras se desarrollaba una fiesta de XV años en su hogar; agresión de la que fueron testigos varios familiares y seres queridos.

Una noticia que cambió el rumbo de la historia familiar de los Oliva de la Rosa, quienes comenzaron con el gran desafío de visibilizar la magnitud de la tragedia que atravesaban, sin obtener resultados concretos por parte de las autoridades.

“Todo esto ha sido muy difícil. En el 2005 quedé sola con cuatro de mis hijos, su padre también fue asesinado y ahora enfrentar el proceso del feminicidio de Tania se ha convertido en algo desgastante para mí. Ahora he tomado la responsabilidad de criar y educar a mis dos nietas (de siete y cuatro años de edad) hijas de Tania. Aunado a eso, también enfrento una situación familiar critica, pues me hago cargo de una hija con discapacidad. Son situaciones que creo yo, me ponen y nos ponen en un estado de vulnerabilidad”, explicó Ignacia.

Luego de enterarse de la muerte de su hija y tras un proceso de investigación que resultó en la declaración de varios testigos quienes señalaron a Jorge N. de ser el autor del crimen, Ignacia hizo frente al inicio de un protocolo de indagación, en el cual se determinó abrir carpeta por feminicidio por el asesinato de Tania.

Debido a la violencia a la que Tania estuvo expuesta, pues ya había realizado denuncias en contra de su esposo por violencia familiar, y el contexto que rodeó su asesinato, determinaron que se tipificara su muerte bajo el artículo 135 del Código Penal del Estado de San Luis Potosí.

“Ha sido agotador todo este proceso, desde las investigaciones y las diligencias, las actuaciones de la autoridad en el lugar de los hechos, la intervención del personal médico forense, hasta el acompañamiento de las abogadas que nos han asesorado jurídicamente en todo este año”.

Sin embargo, hasta el momento, Ignacia y las hijas de Tania no han recibido apoyo alguno de ninguna instancia gubernamental, a pesar de que las pequeñas quedaron en estado de orfandad y de que hoy su abuela se hace cargo de su custodia.

“Ninguna autoridad ha definido la situación legal de mis nietas. Cuando se cometió el asesinato de Tania, yo he sido quien tomó la responsabilidad de hacerme cargo de ellas. Ninguna autoridad se ha acercado a nosotras a pesar de saber que nos enfrentamos a una situación de recursos muy bajos y tampoco sé nada al respecto de la reparación del daño de mis nietas”.

Ignacia de la Rosa ha tenido que hacer un gran esfuerzo para sacar a sus nietas adelante, quienes también fueron testigos del atroz asesinato de su madre. Una situación que expone de sobremanera la violencia extrema de género y las secuelas tan graves que deja un feminicidio en el ámbito familiar.

Actualmente, Ignacia busca justicia para Tania y sus nietas después de un complejo proceso en el cual los Ministerios Públicos y la Policía de Investigación expusieron durante la primera audiencia el desahogo de pruebas que permitieron la vinculación a proceso y prisión preventiva de Jorge N. por el delito de feminicidio. Ahora más que nunca desea una condena ejemplar para el feminicida.

“Hoy se llevará a cabo la audiencia de condena para el feminicida de mi hija. La abogada que nos fue referida por la FGE nos comentó que actualmente él se ha declarado culpable de los hechos y que por ello se espera que dentro de esta audiencia el fallo condenatorio abarque en su totalidad 13 años. Pero eso no me parecería justo”.

Lo que Ignacia desea es que Jorge N. cumpla una máxima condena que le imposibilite salir en libertad el resto de su vida.

“13 años no me bastan para que él pague por el feminicidio de Tania, ni lo que les hizo a sus hijas. Quiero cadena perpetua y de no ser así, que el Juez de Control determine una condena mayor de años en prisión, sino ¿qué chiste tiene todo este calvario? ¿Que salga libre y siga matando a mas mujeres? Las mujeres no son ganado, no son objetos que se puedan sustituir, son seres humanos, con vida, con sueños y ambiciones. Él le robó esa oportunidad a Tania y lo quiero siempre tras las rejas. Espero una condena que al menos implique que este asesino esté encerrado por decenas de años”.

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