Una inusual nube de polvo del Sahara ha cubierto los cielos de Grecia, pintando el paisaje de un tono anaranjado. Este fenómeno, que ya se había observado en marzo pasado en Suiza y Francia, es resultado de la gran cantidad de polvo mineral que el desierto del Sahara emite cada año.
El Sahara es la principal fuente de polvo mineral en el mundo, generando entre 60 y 200 millones de toneladas anualmente. Las partículas más grandes tienden a precipitarse rápidamente al suelo, mientras que las más pequeñas pueden viajar miles de kilómetros y llegar a Europa y otros continentes.
La presencia de este polvo del Sahara no es un fenómeno nuevo, pero siempre sorprende cuando tiñe los cielos de naranja, como ha ocurrido recientemente en Grecia. Aunque no hay una fecha precisa para estos eventos, la masa de aire seca y polvorienta, conocida como “Capa de Aire Sahariano”, se forma sobre el desierto del Sahara en primavera y verano, desplazándose sobre el Océano Atlántico Norte tropical cada tres a cinco días, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).