Los cárteles mexicanos, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, han implementado el uso de criptomonedas para facilitar la adquisición de precursores químicos empleados en la fabricación de fentanilo en laboratorios clandestinos. Este fenómeno ha sido revelado por un reciente informe de Chainalysis, que destaca la rapidez y discreción de las transacciones realizadas fuera del sistema bancario tradicional.
Desde 2018, los pagos mediante criptomonedas entre los cárteles y los proveedores de estos productos químicos ascienden a alrededor de 37.8 millones de dólares, lo que subraya la importancia de esta tecnología en la cadena de suministro de fentanilo. Según el informe, los cárteles utilizan la dark web para comprar la droga, ya que las criptomonedas les permiten mantener el anonimato de las transacciones.
Chainalysis también señala que la cadena de suministro sigue apuntando a China como el centro principal de producción y distribución de estos precursores. Los cárteles contactan a empresas chinas a través de plataformas en línea y, una vez acordada la venta, los pagos se realizan mediante Bitcoin y stablecoins. Aunque no se especifican los detalles sobre el envío, el informe asegura que los químicos se transportan directamente a México, desde donde se distribuyen a los laboratorios clandestinos.
Además, el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) ha señalado que, en abril, los cárteles de la droga estaban involucrados en un esquema de lavado de dinero mediante el envío de productos electrónicos desde Estados Unidos a China, utilizando un sofisticado proceso de comercio para blanquear las ganancias obtenidas del tráfico de drogas.