Los fiscales solicitaron al juez federal que imponga a Sean “Diddy” Combs una sentencia de al menos 11 años y tres meses de prisión por su condena en dos cargos relacionados con prostitución. La petición se presentó junto con cartas de testigos clave, incluida su exnovia Casandra “Cassie” Ventura, y otras personas que expresan temor por su seguridad si el rapero fuera liberado.
Durante el juicio, Cassie relató cómo Combs la sometió durante años a abusos sexuales y situaciones controladas con trabajadores sexuales, mientras él observaba y grababa sin consentimiento. Otra exempleada, identificada como “Mia”, también declaró haber sido violada por Combs en 2010, y pidió una sentencia que refleje el peligro que representa.
El martes por la noche, el juez Arun Subramanian rechazó la solicitud de Combs de anular la condena, argumentando que la filmación de los hechos no convierte la actividad ilegal en un acto protegido por la Primera Enmienda. Según el juez, la evidencia mostró que Combs no obtenía consentimiento para grabar, como lo haría un productor profesional.
Abogados de Combs piden una condena máxima de 14 meses, señalando que el rapero ha estado en prisión federal casi 13 meses y ha demostrado cambios en su comportamiento. Sin embargo, las víctimas insisten en que su poder y fama no deben colocarlo por encima de la ley y esperan una sentencia severa que permita la sanación y la justicia.
Cassie declaró que vive con miedo constante, ha cambiado de residencia y busca protección para su familia ante posibles represalias si Combs queda en libertad. La expectativa ahora está en la decisión del juez sobre la sentencia definitiva.