El dinero que zoológicos de Estados Unidos destinan a China para albergar pandas gigantes no estaría siendo utilizado para la conservación de la especie, según una investigación publicada por The New York Times. En lugar de proteger a los pandas en su hábitat natural, los fondos estarían siendo desviados hacia otros fines, como la construcción de edificios, carreteras y museos.
Desde hace décadas, zoológicos estadounidenses pagan hasta un millón de dólares anuales por pareja de pandas, un acuerdo bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Se esperaba que esos recursos apoyaran proyectos de conservación en China. Sin embargo, documentos revisados por el diario indican que millones de dólares han sido utilizados en proyectos no relacionados con la protección de la fauna.
La investigación también revela que el gobierno chino ha sido cada vez menos transparente con el manejo de los fondos. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, encargado de supervisar estos pagos, expresó en repetidas ocasiones su preocupación tanto a los zoológicos como a las autoridades chinas. Incluso, en tres ocasiones, se suspendieron temporalmente los pagos debido a reportes financieros incompletos.
No obstante, los zoológicos temen perder a los pandas, considerados la principal atracción para atraer visitantes y generar ingresos mediante la venta de mercancía. Esta presión habría llevado a los reguladores estadounidenses a relajar sus exigencias de transparencia en el manejo del dinero.
“Siempre existió una tensión sobre cuánto podía preguntar Estados Unidos sin que eso comprometiera la presencia de los pandas”, declaró Kenneth Stansell, exfuncionario del Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
Cría en zoológicos, más que conservación
Aunque el programa de “préstamo” de pandas se ha presentado como un éxito para la conservación, el New York Times señala que su mayor logro ha sido la reproducción de más pandas para exhibirlos en zoológicos. Entre los datos recabados, el diario rastreó más de 86 millones de dólares enviados desde zoológicos estadounidenses hacia dos organizaciones controladas por el gobierno chino.
Mientras tanto, los pandas continúan siendo un ícono para los zoológicos de Estados Unidos, que dependen de ellos para mantener un flujo constante de visitantes y seguir generando ingresos. Sin embargo, el destino final de los recursos recaudados sigue siendo un tema de controversia internacional.
