La técnica de rehidratación es parte fundamental para la identificación de cuerpos y el esclarecimiento de casos de alto impacto; incluso se exporta a países como Argentina, Chile, Bolivia, España y EU.
Ciudad Juárez tiene la patente de ser la única ciudad en practicar la hidratación de tejidos, técnica perfeccionada por el odontólogo forense Alejandro Hernández, y que permite “revivir” los cadáveres momificados por más de 10 años
Como si fuera una serie de ciencia ficción, el médico sumerge el cuerpo en un ataúd fabricado con gruesa mica plástica, donde son bañados por los químicos y donde se aplica la técnica que a Hernández tomó nueve años desarrollar y perfeccionar.
En ese proceso, los cadáveres irreconocibles recuperan sus características y en un periodo de siete a 12 días recobran su forma hasta en un 90%, provocando que de inmediato resalten lunares, poros, tatuajes, color de piel y cicatrices.
Esta técnica facilita la identificación de la víctima y saber de qué murió, pues las heridas y señas particulares salen a flote. Además, se pueden tomar muestras de ADN y las huellas digitales que después son cotejadas en bases de datos del país.
La selección de cuerpos la deciden los peritos con base al tiempo de cada cadáver. Lo ideal, explican, es sacar los que tienen más de 10 años en las fosas comunes y que creen pueden ser piezas claves en resolución de casos de alto impacto.
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