Luego de una misa, los familiares de Lesly caminaron rumbo al panteón Jardín, de la alcaldía Álvaro Obregón, arengando su nombre y exigiendo justicia, entre lágrimas.
En el panteón, sus hijos, su mamá y sus hermanos formaron una fila entre gritos de ¡Justicia!, el féretro avanzó a paso lento, mientras soltaban globos blancos y morados.
Los mariachis entonaron Amor Eterno, de Juan Gabriel, mientras los dolientes aplaudían, tributo que fue insuficiente para el vacío que deja la mujer de 30 años y madre de dos pequeños.
“¡Tú me debiste enterrar mi vida, no yo a ti! Así no, mi amor, te amo mucho y me duele dejarte aquí. No te preocupes por nada, lo voy a encontrar y a tus hijos no les va a faltar nada, descansa mi vida, vete en paz”, dijo su mamá.
Mientras el féretro se hundía tres metros bajo tierra, uno de sus hijos se aferró al ataúd y pedía que lo enterraran con ella.
“Mamita chula, no me dejes, no me dejes por favor; sal de ahí. No nos dejes aquí, por favor, ya despierta”. Nadie pudo quitar los brazos del niño que se aferraba al ataúd. Al final, la madre sólo tuvo una petición para todos: “Ayúdenme a encontrar a Alejandro (el presunto agresor)”.
El Gráfico