Rodrigo Espinosa Martínez, padre de Roy, uno de los jóvenes fallecidos en el colapso de un barandal en el antro Rich el pasado 7 de junio, ha manifestado su frustración por la falta de apoyo y seguimiento por parte de las autoridades. Desde el principio, Espinosa se ha sentido desamparado, afirmando que ninguna autoridad ha mantenido contacto con su familia.
Inicialmente, el licenciado Miguel Ángel García Amaro, de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (Ceeav), se acercó para ofrecer apoyo psicológico y ayuda con los gastos funerarios. Sin embargo, este contacto se desvaneció rápidamente, y desde entonces no ha recibido ninguna asistencia adicional. “A los primeros días nos ofrecieron apoyo, pero luego desaparecieron totalmente”, explicó Espinosa.
A lo largo de estos meses, Espinosa ha señalado que ni el gobernador ni otros representantes del gobierno estatal o municipal han mostrado interés en acompañar a su familia en el proceso judicial o en su duelo. Incluso, aunque tuvo una breve reunión con el presidente municipal, esta no generó un seguimiento. “Solo lo vi una vez”, comentó, enfatizando la falta de comunicación continua.
En respuesta a declaraciones de funcionarios que aseguraban estar brindando apoyo a las familias afectadas, Espinosa negó haber recibido dicho respaldo. “Yo he visto declaraciones donde dicen que van mano a mano con los papás, pero conmigo no”, señaló.
Además, mencionó que el único apoyo financiero recibido en este tiempo ha sido un monto de 800 pesos, destinado a cubrir los traslados al penal, cifra que considera insuficiente dado el contexto. “Lo cual, pues bueno, sin comentarios”, expresó, mostrando su descontento.
Respecto a las sanciones impuestas a funcionarios implicados en el caso, Espinosa se mostró inconforme, calificándolas de insuficientes. “Inhabilitarlos por seis meses o un año no es una sanción ejemplar”, indicó, añadiendo una pregunta que refleja su indignación: “¿Cuántas muertes más se necesitan para que haya una sanción ejemplar?”