Despedidos por ineficiencia y corrupción; después, llamados a puestos clave. Hoy los investigan por la fuga de ‘El Chapo’.
Varios de los funcionarios que son investigados por la PGR por la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán ya habían sido destituidos de sus cargos en el Órgano Administrativo de Prevención y Readaptación Social (Oadprs) por ineficiencia y corrupción, pero aún así fueron llamados para ocupar puestos clave.
Funcionarios federales de primer nivel revelaron que uno de esos casos es el de José Francisco Layseca, director de Obra Pública, Recursos Materiales y Servicios Generales del Oadprs, quien resguardaba los planos del penal del Altiplano, Estado de México.
Explicaron que Layseca ya había sido cesado del puesto en 2012, e incluso se solicitó su inhabilitación para ejercer cualquier cargo público, porque se le sorprendió exigiendo dinero a empresas privadas que tenían contratos por licitación para obra en penales federales.
Los funcionarios comentaron que Layseca pedía hasta 2 millones de pesos, luego de que amenazaba a las compañías con multarlas por incumplimiento de contrato.
Pese a que todo fue documentado, agregaron, los procesos contra el director de Obra Pública se frenaron. Después del primer semestre del año pasado, fue llamado una vez más al servicio, bajo al aval de altos funcionarios.
Asimismo, explicaron que otros personajes que ocupaban puestos clave no pudieron ser despedidos, cuando era necesaria su salida del Oadprs por su total desconocimiento del sistema penitenciario.
Mientras que otros servidores públicos fueron “impuestos” desde oficinas clave del gobierno federal.
Otro ejemplo, puntualizaron, es el de Celina Oseguera, quien a raíz de la fuga de El Chapo dejó de ser la coordinadora de los Cefereso.
Detallaron que la mujer cuenta con varias denuncias tras su paso en la subsecretaría penitenciaria del DF. Los funcionarios consultados señalaron que las autoridades federales sabían que la mujer solapó redes de prostitución en cárceles capitalinas. Además, fue denunciada por la muerte de dos estadunidenses en el Reclusorio Oriente, quienes días antes habían acusado a una red de corrupción al interior del penal.
Los funcionarios federales dijeron que algunos de los que fueron dados de baja del Oadprs, en la presente administración, por no cumplir con lo necesario para laborar en el sistema penitenciario son: Héctor Antuñano González, coordinador de Centros Federales. Anteriormente, había ocupado el puesto de subsecretario de Programas Delegacionales y Reordenamiento de Vía Pública, en el GDF.
Javier Haro de Alba, director de Administración del Oadprs. Fue director ejecutivo de Recursos Humanos y Financieros de la Policía Auxiliar del DF; Raúl Lemus Soto, antecesor de Haro en el Oadprs. Lemus llegó de la Contraloría del GDF.
Adriana Flores Mijangos, directora de Programación, Organización y Presupuesto del Órgano Administrativo. Dirigió Finanzas y Administración de la Policía Auxiliar del DF.
María Lidia Alcantar Vargas, directora adjunta de Adquisiciones del Oadprs . Había ocupado cargos en la Profeco, la CFE, el IMSS y el Servicio de Protección Federal.
De igual manera, fue cesado Rogelio Jaimes Maldonado, director de área en la Dirección General de Administración de Personal del OADPRS. Actualmente, labora en la PGR. Ocupó cargos en el GDF.
Fermín Sergio Rodríguez Bueno, fungió como director adjunto de informática, Recursos Materiales y Servicios Generales del Oadprs. También fue despedido Joel Pinal Ibarra, quien estuvo en la Dirección de Obra Pública, Recursos Materiales y Servicios Generales.
Permitió fiesta
Otro de los ceses importantes, ejemplificaron, fue el de Marisa Guadalupe Quintanilla de la Garza, directora del penal del Altiplano.
La mujer, aseguraron, no impidió el festejo que el 15 de septiembre de 2013 organizó el líder absoluto de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño, El Z-40, en las inmediaciones del penal, cerca del inmueble por donde escapó El Chapo el pasado 11 de julio.
Los servicios de inteligencia, descubrieron que el capo organizaría una fiesta, pero Quintanilla no impidió el festejo.
Fuente: Milenio.