El vértigo se cuadruplica con los semifinalistas de ‘Champions’, los dos mejores españoles ante los dos mejores germanos
Resuelta la Bundesliga a favor del Bayern de Múnich y a seis puntos de que el Barcelona cante el alirón en la Liga, regresa para suerte de los adictos al fútbol el torneo dramático por excelencia: la Champions. El vértigo se cuadriplica si se atiende al cuadro de semifinalistas de la presente edición. Juegan los dos mejores equipos españoles contra los dos grandes de Alemania: Bayern-Barcelona (martes) y Borussia-Real Madrid (miércoles). El bipartidismo no es exclusivo de España.
Aunque los resultados conceden su cuota de protagonismo a equipos ingleses como el Chelsea y a la eterna selección de Italia, desde hace tiempo se habla del fútbol alemán como alternativa al español, dominador del juego con la Roja y el Barça. La estadística asegura en cualquier caso que Alemania no gana un título desde que el Bayern derrotó al Valencia en la Copa de Europa 2000-2001. Ha perdido desde entonces dos finales más y el Madrid también venció al Bayer Leverkusen.
Tampoco le han ido mejor las cosas a la Mannschaft, sometida por la propia España en el Mundial de Sudáfrica y sorprendida por Balotelli en las semifinales de la última Eurocopa cuando se apostaba por una revancha en la final con la Roja. Italia acabó como de costumbre con la nueva Alemania, que, por su parte, ha dejado de contar títulos como cuando jugaba Lineker, hoy embrujada por el balón español, sometida a nivel de clubes y de selecciones absolutas.
El fútbol alemán no alza un título desde que el Bayern ganó la Copa de Europa en la campaña 2000-2001
Ya se sabe del entusiasmo de Löw por la selección de Del Bosque y el Bayern ha contratado para la próxima temporada a Guardiola como sustituto de Heynckes, que vive ahora mismo su momento de gloria. No es casual que en junio pasado ficharan a Javi Martínez. Los alemanes jamás habían querido tanto la pelota hasta que quedaron hipnotizados por los españoles. A veces no alcanza con tener la mejor organización y administración como pasa con la saneada Bundesliga.
La técnica y el físico precisan del genio y de la pasión para que la mezcla sea admirada en el mundo. Y Alemania reclama los focos que ahora posan sobre el fuego de la Premier y el encanto de la Liga. Nada mejor para ratificar su mejora y puesta a punto futbolística que el escaparate de la Champions. El Bayern es hoy un equipo temible por su exuberancia y multitud de recursos. Derrotado el año pasado en su estadio, se siente capaz de regresar a la final a costa del Barça.
Aparentemente hay varios factores que juegan a favor del Bayern, como cuando Alemania se enfrentó a Italia en Varsovia. Al igual que entonces, sin embargo, hay futbolistas capaces de decidir un partido, ninguno como Messi y los tres centrocampistas del Barça: Xavi, Busquets e Iniesta. Necesitarán los azulgrana de su mejor versión después de los malos momentos pasados contra el Milan y el PSG. Ocurre que nada estimula más al Barcelona que una final en Wembley.
La técnica y el físico precisan del genio y de la pasión para que la mezcla sea admirada en todo el mundo
Al Barça le disgusta especialmente la sospecha que se ha extendido sobre su juego sin tener en cuenta las muchas lesiones y circunstancias como las enfermedades de Abidal y Vilanova. Hoy sigue siendo un equipo competitivo y ganador, deseoso de enfrentarse al Bayern. El Madrid, mientras, se encuentra en un momento de juego parecido al del Bayern. Desenchufado antes de tiempo de la Liga, ha confiado su suerte a la competición europea, y especialmente a la décima.
Le avala la fiebre colectiva propia de los equipos de Mourinho, la clase de Özil y los goles de Cristiano Ronaldo. También le favorecen las apuestas. El Borussia Dortmund, sin embargo, es un mal enemigo. A diferencia del Bayern, Barça y Madrid, es el único semifinalista que está feliz y contento con su entrenador y con sus jugadores sin haber ganado nada. Juega liberado, con optimismo, y no envidia nada de sus rivales. Klopp ha anunciado incluso que aspira a ser el Mourinho de Guardiola en Alemania. Es el juego de la Liga y la Bundesliga. Ambas se necesitan en vigilias de la Champions.
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