La prolongada sequía que afecta a la Huasteca Potosina ha provocado la muerte de ganado en diversos municipios, principalmente en Tamuín y Ciudad Valles, donde los productores aseguran que “no hay rancho que no haya registrado pérdidas en este año”.
Así lo dio a conocer José Luis Ramiro Galero, exdirigente ganadero en la región, quien detalló que la falta de lluvias ha generado una crisis alimentaria para el ganado. “Estamos perdiendo las nuevas generaciones de animales, el pie de cría. No hay pasto, los ranchos no producen alimento y el agua cada vez es más difícil de conseguir”, advirtió.
Según los testimonios recogidos por el sector, los cadáveres de reses han comenzado a aparecer en zonas rurales, lo que evidencia el deterioro en la producción pecuaria. Los ganaderos aseguran que la última vez que llovió con fuerza en la región fue en julio de 2024, es decir, hace casi un año.
Ramiro Galero adelantó que buscarán sostener un diálogo urgente con el Gobierno del Estado y con autoridades federales del sector agropecuario para establecer mecanismos de apoyo ante esta emergencia climática. “La situación es crítica y necesitamos una medida de rescate inmediata”, concluyó.
