Un gato llamado Russell, pasó el último año y medio en una clínica veterinaria de Carolina del Norte en Estados Unidos donde se recupera de quemaduras en su cuerpo. Russell fue víctima de un incendio que hizo que perdiera las puntas de sus orejas y destruyó la casa de su familia humana.
Mientras se recuperaba, Russell el gato, se la pasaba dando amor a todos sus demás amigos animales que llegaban a otro tipo de tratamientos, según reportó el personal de la clínica.
“Quiere ser amigo de todos los animales que llegan, es un gato muy inquisitivo, que da mucho amor “, dijo Megan Maus, una veterinaria en el Hospital Animal de Emergencia y Cuidados Intensivos.
Compartió varios momentos con una venado pequeña de nombre Darla que llegó, luego de ser rescatada del jardín de una persona. Los médicos esperaron en caso de que llegara su madre, sin embargo, cuando intentó juntarse con un perro y adoptarlo tal, fue cuando determinaron que su madre estaba muerta y que iba a requerir ayuda.
La clínica la adoptó, ya que atiende las heridas de animales de vida silvestre además de las de los animales de compañía.
Los veterinarios advirtieron a través de su página de Facebook que Russell se encargó de cuidar y enseñar a Darla el hospital, así como de compartir su cama.
Otros perros llegaron y permanecieron al lado de Russell de manera muy tranquila, pero la mayoría fueron puestos en adopción o regresaron a sus hogares.
Por el momento, Russell se encuentra solo en el hospital en espera de que llegue algún otro animal amigo, ya que continúa en rehabilitación.
El gato ha sufrido más de 20 cirugías y otros tratamientos, pero no está completamente sano, además que su antiguo hogar no ha sido construido de nuevo.
Las personas han hecho generosas donaciones para pagar las cuentas de Russell, así como la Fundación Good Samaritan, que ayuda al hospital para proveer de cuidado a otros animales.
El gato también tiene numerosos juguetes, premios y camas, así como globos que sus fans envían alrededor de todo el mundo que puede seguir el avance y proceso de recuperación a través de la página de Facebook del hospital.
Además que el personal del hospital también consiente al gatito, mientras cambian sus vendajes y admiran su perseverancia. En algunos momentos, sin embargo, tienen que ponerle el collar isabelino para evitar que se muerda sus tobillos que continúan en recuperación.