La gobernación de Sao Paulo anunció hoy que dará una recompensa de 50 mil reales (unos 14 mil 285 dólares), la máxima ofrecida por el estado más poblado de Brasil, a quien proporcione informaciones que permitan esclarecer la matanza de 18 personas ocurrida la semana pasada en la mayor ciudad del país.
“Creemos que podemos recibir informaciones importantes. Se trata de un instrumento válido (para capturar a los autores). Es importante que la sociedad colabore y estamos seguros de que habrá colaboración”, afirmó el Secretario de Seguridad Pública de Sao Paulo, Alexandre de Moraes, citado en un comunicado del organismo.
Los ataques, que también dejaron 6 heridos, ocurrieron en cuestión de unas tres horas entre la noche del jueves y la madrugada del viernes en diez diferentes puntos en Osasco y Barueri, ciudades vecinas en la zona metropolitana de Sao Paulo.
Las autoridades consideran que los homicidios fueron cometidos por un mismo grupo, dado que todos ocurrieron de forma seguida en un perímetro de cuatro kilómetros, y sospechan, por las características de los crímenes, que los homicidas podrían pertenecer a la Policía.
Los crímenes son investigados por un grupo especial integrado por 70 agentes de la Policía Civil y peritos científicos.
Según la secretaría regional de Seguridad Pública, la recompensa será entregada al denunciante con “ofrezca informaciones que contribuyan de forma relevante para que la policía aclare el crimen, y que resulten en la identificación del autor o en su localización”.
“Se trata de un programa (de recompensas) absolutamente seguro. Los que ofrezcan informaciones importantes, tendrán la identidad absolutamente reservada”, garantizó Moraes.
Los investigadores trabajan con la posibilidad de que el múltiple crimen sea una “venganza” de policías por los asesinatos de dos agentes ocurridos días antes en la misma zona.
Uno de los factores que refuerza las sospechas sobre la posible participación de agentes en la matanza es que en los lugares en que ocurrieron los hechos fueron hallados casquillos de municiones de uso reservado para las policías y las Fuerzas Armadas.
Todas las víctimas fueron hombres, de entre 16 y 49 años que estaban en bares o reunidos en la calle, y seis de ellos tenían antecedentes penales por robo, tráfico de drogas o intento de homicidio.
Fuente: Sin Embargo.