El panorama en materia de seguridad en el país no es nada halagüeño. Hasta el momento no es distinguible ninguna estrategia de seguridad para combatir a la delincuencia organizada; la inseguridad se ha ido introduciendo de manera paulatina en el tejido social y lo hecho hasta ahora no tiene diferencias notables con lo realizado en otras administraciones, sostuvo José González Morfín, vicepresidente de la Cámara de Diputados.
El legislador federal sostuvo que el tema de la seguridad no tiene banderas políticas; igual se ven afectados estados, municipios, pueblos o rancherías gobernadas por cualquier partido; sin embargo, a pesar de haberse criticado hasta el cansancio el uso de la fuerza para contrarrestar este problema, no hay aún nada que haga sentir un cambio en el método.
“El problema de la inseguridad sigue siendo uno de los flancos más débiles en diversas regiones del país. Seguimos viendo incursiones militares, quejas en materia de derechos humanos, reportes internacionales que señalan que no ha habido cambios. Seguimos sin la coordinación necesaria ni la capacitación requerida de los cuerpos dedicados a la seguridad en lo local”, indicó el legislador panista.
El diputado federal por Michoacán recordó lo dicho por Alejandro Martí, representante de la organización México SOS, quien señaló que el cambio sólo se ha sentido en la modificación al lenguaje usado en las esferas de gobierno y en el poco tiempo que le dedican las autoridades, en términos mediáticos, a la inseguridad.
González Morfín parafraseó al empresario Alejandro Martí, quien señaló: “Ha habido un cambio en el discurso, pero no en los hechos. Creo que sigue habiendo un gran déficit en una estrategia eficaz, que incentive la coordinación, que acelere la depuración y profesionalización de policías de los tres niveles de gobierno, pero también hay otro rubro muy grande qué atender: el carácter social de la estrategia”.
Además, dijo el vicepresidente de la Cámara de Diputados, se tiene que trabajar en el ámbito de la familia, en el entorno social de cada persona, en cada escuela, en donde se refuercen los valores del ser humano como la cooperación, la solidaridad, la honestidad, la honradez, el respeto, entre otros, para comenzar con la reconstrucción de un tejido social dañado desde hace décadas.
“La solución tiene que ser así, multidisciplinaria, desde el ámbito social y económico, hasta el uso de la fuerza legal por parte del Estado”, explicó.
González Morfín sostuvo que la sociedad sigue a la espera de una estrategia clara como la que anunciaron integraría esta nueva administración federal, con una gendarmería que aún deja muchas dudas y con una idea de coordinación que no se ha percibido en la calle.
“Esperamos que un plan efectivo y claro como el prometido sea puesto en marcha pronto y comience a dar resultados en los próximos años, pero que su efectividad sea medida en la calle, con la ciudadanía, y no sólo con cifras que califica el propio gobierno.”
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