Si existe vida fuera de los límites del Sistema solar es una pregunta que constantemente se han hecho los científicos durante años. Sin embargo, cada vez la investigación espacial apunta más allá de las órbitas de los planetas que orbitan el Sol.
En la actualidad, el satélite artificial Kepler lleva cuatro años sondeando la inmensidad del espacio buscando exoplanetas similares a la Tierra. No obstante la nueva esperanza llega de la mano del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) quien en conjunto con Google y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) ya planean la próxima misión espacial para buscar planetas similares al nuestro.
El proyecto, cuyo nombre tentativo es TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) estará equipado con cuatro telescopios de ángulo abierto, permitiendo imágenes de 192 megapixeles.
Una vez en el espacio, TESS mantendrá una órbita entre la Luna y la Tierra, a una distancia que lo mantenga lo suficientemente lejos de los anillos de radiación de nuestro planeta, pero bastante cercano para asegurar rapidez en lo que a comunicación se refiere.
Según la profesora de ciencia planetaria del MIT, la física Sara Seager, “el TESS acelerará las posibilidades de encontrar vida en otro planeta durante la próxima década”.
De acuerdo con MIT News, el coste de esta misión que será lanzada en 2017 será de unos 200 millones de dólares, misma que será encabezada por George Ricker, investigador del Kavli Institute for Astrophysics and Space Research (MKI).
Según Ricker, el TESS “identificará miles de planetas cercanos al Sistema Solar, centrándose especialmente en aquellos que tengan un tamaño comparable a la Tierra”. El equipo espera que se descubran entre mil y 10 mil exoplanetas de estas características, y lo harán utilizando el llamado método del tránsito astronómico: se buscan caídas en la luminosidad al pasar el planeta por delante de la estrella alrededor de la que gire.
Además el MIT y Google, otros centros como el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics o el Space Telescope Science Institute tomaron parte del proyecto, el cual fue seleccionado por la NASA de entre decenas, con el objetivo de lanzarse apenas después de que la misión del Kepler finalice.
Junto con TESS, también se iniciará el desarrollo del proyecto Neutron Star Interior Composition Explorer (NICER), un experimento que se instalará en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés), con el fin de medir la variabilidad de las fuentes de rayos X cósmicos, así como explorar los estados de la materia en las estrellas de neutrones y revelar su composición interior y superficial.