El torero mexicano Isaac Fonseca vivió en Las Ventas la doble cara del toreo: cortó la oreja de su primer toro y fue corneado en la espalda por el cuarto, en la que ha sido la tarde más accidentada de la feria hasta ahora. Francisco José Espada también tuvo que ser atendido en la enfermería por una fuerte conmoción cerebral.
Fonseca abrió su actuación con el tercer toro de la corrida, un gran toro de Pedraza de Yeltes que destacó por su bravura y clase. El matador comenzó su faena de rodillas, recibiendo al toro con una calidad que mantuvo durante toda la lidia. Aunque su temple tuvo altibajos, la honestidad de su toreo le valió la oreja tras una estocada efectiva.
Sin embargo, al enfrentarse al sexto toro, un ejemplar de Torrestrella, Fonseca buscaba duplicar su éxito. Este toro mostró una gran aspereza desde el inicio, pero Fonseca, con firmeza y decisión, logró sacarle una serie de naturales. Fue en el remate de un pase de pecho cuando el toro lo prendió por la chaquetilla, zarandeándolo violentamente y propinándole una grave cornada. La cornada resultó en una herida en la cara posterior del hemitórax izquierdo, con una trayectoria ascendente de 20 cm que causó destrozos en el músculo dorsal ancho y paravertebrales.
No fue el único en visitar la enfermería. Francisco José Espada también fue cogido aparatosamente por el segundo toro de su lote, un castaño de Pedraza de brusca mansedumbre. El toro derribó a Espada, golpeándolo brutalmente contra la arena y causándole una fuerte conmoción cerebral que le impidió continuar la corrida.
Debido a las lesiones de sus compañeros, Juan Leal se vio obligado a estoquear cuatro toros. Aunque se enfrentó con valentía a los dos toros que hirieron a Fonseca y Espada, no logró destacar con sus propios toros, ambos de Pedraza de Yeltes.
Fonseca, vestido de verde bandera y oro, fue intervenido de urgencia. El parte médico describió una cornada grave en la espalda, con daños significativos en los músculos y contusiones en las costillas y vértebras.
