GRUPO FUNDADORES ANALIZA CRISIS FINANCIERA DE LA UASLP Y EXIGE LIDERAZGO DEL RECTOR

En su quinta sesión, el grupo de opinión ciudadana Fundadores abordó como tema central el destino de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), particularmente la crisis financiera que enfrenta a raíz de la retención, por parte del Gobierno del Estado, de las partidas federales que por ley corresponden a la institución. Según se expuso, el monto acumulado desde 2022 ronda ya los 700 millones de pesos, una cifra inédita en la historia reciente de la máxima casa de estudios potosina.

Los asistentes coincidieron en que nunca antes la UASLP había padecido una situación económica de tal magnitud, lo que pone en riesgo no solo su operación cotidiana, sino también el prestigio construido a lo largo de décadas. Ante ello, se planteó la necesidad de que el rector, Alejandro Javier Zermeño Guerra, convoque a una manifestación multitudinaria que aglutine a los más de cien mil miembros de la comunidad universitaria —estudiantes, académicos, investigadores, jubilados, sindicatos, egresados y padres de familia— así como a la sociedad en general.

Durante la reunión se evocaron episodios históricos en los que el llamado grupo Universidad desempeñó un papel decisivo en la vida pública de San Luis Potosí, como la caída del exgobernador Florencio Salazar Martínez en 1987, la postulación de diversos políticos a cargos de elección popular e incluso la capacidad de influir en decisiones aparentemente menores, como el freno a los aumentos en las tarifas del transporte urbano. “Lo que estaba en juego entonces, y debe recuperarse ahora, es el respeto irrestricto a la comunidad universitaria”, apuntaron.

De mayor trascendencia, señalaron, es el hecho de que el rector no ha ejercido el liderazgo que le corresponde por investidura, pues su voz y su acción deberían trascender los límites universitarios e incidir en la vida política y social del estado. Afirmaron que la postura de rechazar las movilizaciones resulta insuficiente y se convierte en un acto de omisión y negligencia frente a la gravedad de la crisis.

Otro de los puntos discutidos fue la necesidad de alcanzar paridad en el Consejo Directivo Universitario, donde actualmente los estudiantes tienen menos del 50 por ciento de representación. Asimismo, se subrayó que hace falta mayor conciencia social entre los universitarios y una participación política más activa, como sucedía en décadas pasadas, cuando la universidad era un actor fundamental en la vida pública del estado.

La sesión cerró con la consigna que sintetiza la tradición de la institución: “¡Siempre Autónoma, por mi patria educaré!”.

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